Siete personas, entre ellas dos niños, murieron hoy en un nuevo naufragio de una embarcación con refugiados en el mar Egeo, cerca de la costa de la isla griega de Kos, informó la guardia costera.
La operación de rescate se puso en marcha gracias al aviso de uno de los supervivientes, quien logró llegar a nado hasta Kos y avisar a las autoridades del accidente.
Los equipos de salvamento han podido recuperar los cuerpos de tres hombres, dos mujeres y dos niños.
Según señalaron los guardacostas a Efe, el naufragio se produjo en aguas territoriales de Turquía y fueron los servicios de salvamento de este país los que rescataron a una mujer que está hospitalizada en estado grave.
En el bote viajaban un total de nueve personas.
Por su cercanía a la costa de Turquía, la isla de Kos es junto a la de Lesbos una de las principales puertas de entrada para los refugiados que huyen hacia la Unión Europea (UE).
Ni siquiera la bajada de las temperaturas ha frenado la llegada diaria de embarcaciones.
Según los últimos datos de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), en lo que va de año han llegado a Grecia por mar más de 45.000 migrantes y refugiados, 31 veces más que en todo enero del año pasado.
El ministro griego de Migración, Yanis Muzalas, criticó en unas declaraciones a la cadena de televisión privada Skai, que pese al acuerdo alcanzado con la UE de reforzar las capacidades de alojamiento para los refugiados a cambio de 3.000 millones de euros, Turquía no hace nada por impedirles la travesía por mar hacia Grecia.
Según Muzalas, Ankara ha retenido últimamente a tan solo 123 refugiados y ha dejado pasar en cambio a 60.000.
Grecia se ha defendido también estos días de las críticas de algunos socios europeos que acusan al país de no hacer lo suficiente por impedir la llegada de migrantes y refugiados.
Atenas ha recordado que la frontera es marítima y sería ilegal e inhumano no rescatar a los náufragos.
Igualmente ilegal serían los denominados “push back”, es decir, forzar a las embarcaciones a retroceder hacia la costa turca.
A ello se añade que el 90 % de las personas que entran en Grecia provienen de Siria, Irak y Afganistán, los tres países cuyos ciudadanos son automáticamente reconocidos como refugiados. EFE