El ministro de Economía nipón, Akira Amari, presentó hoy su dimisión tras admitir que uno de sus colaboradores cercanos gestionó de manera inapropiada dinero recibido de una empresa constructora. EFE
Amari realizó el anuncio entre lágrimas durante una rueda de prensa en Tokio en la que explicó que se siente obligado a asumir la responsabilidad por las acciones realizadas por sus asistentes.
El anuncio llega de manera sorpresiva, después de que el primer ministro nipón, Shinzo Abe, defendiera ayer mismo la continuidad en el cargo de su ministro de Economía y Política Fiscal pese a las acusaciones de corrupción.
El primer ministro indicó hoy, en declaraciones recogidas por la agencia Kyodo, que planea nombrar como sucesor en el cargo a Nobuteru Ishihara, hijo del polémico exgobernador de Tokio, Shintaro Ishihara, y exministro de Transporte (2003-2004) y de Medio Ambiente con Abe entre diciembre de 2012 y septiembre de 2014.
Las acusaciones contra Amari se originaron tras la publicación la semana pasada de un reportaje del semanario Shukan Bunshun.
El semanario nipón reveló que habría recibido donaciones sin declarar por valor de unos 12 millones de yenes (unos 93.000 euros/101.000 dólares) a cambio de favorecer un contrato para una empresa del sector de la construcción con sede en la prefectura de Chiba (al este de Tokio).
El hasta ahora titular de Economía admitió hoy haber recibido un millón de yenes (unos 7.700 euros/8.400 dólares) de dicha compañía, pero aseguró que instruyó a sus secretarios para que registraran dicho importe como una donación política, una indicación que supuestamente no habrían acatado.
Amari forma parte del núcleo duro del Gobierno de Abe y es responsable de la aplicación de “Abenomics”, la estrategia de crecimiento económico impulsada por el primer ministro conservador, y encargado directo en las negociaciones del TPP, que incluyen a 12 países de la cuenca del Pacífico.
Entre los Estados que participan en el TPP se cuentan, además de Japón y Estados Unidos, México, Perú y Chile.
La de Amari es la dimisión de mayor peso durante el mandato de Shinzo Abe, que llegó al Gobierno en diciembre de 2012.