Tras la abrupta caída en los precios del petróleo, algunos países de la región latinoamericana han logrado ajustarse mejor que otros, publica El Nacional.
En economías más orientadas hacia el libre mercado como las de Colombia y México, el colapso en los precios del crudo no se ha traducido en crisis a gran escala gracias a la flexibilidad de sus políticas económicas.
En estos países, el sistema flotante del mercado de divisas les permite ajustar sus economías antes los shocks externos que actualmente afectan al mundo.
“Sin embargo, en países como Venezuela, en donde el sistema político-económico no permite tener la flexibilidad de ajuste, la evaporación en los ingresos de la industria petrolera ha causado una crisis de liquidez de dólares que han llevado al país a un serio colapso macroeconómico”, explica David Osio, Asesor Financiero de Davos Financial Group.
Según Osio, esto crea un espiral negativo en el que se ven afectadas directamente las economías internas y la producción a futuro entra en riesgo, ya que sin inversiones no hay manera de garantizarla.
“De esta manera, el impacto macroeconómico de la baja en los precios del petróleo termina siendo mucho mayor”, indica.
Riesgo de incumplir pago de la deuda externa
Ningún país de la región está sufriendo más el colapso en los precios del petróleo que Venezuela, en donde el crudo representa más de 95% de sus exportaciones totales y por encima de 50% de los ingresos fiscales.
“La magnitud del impacto económico amenaza seriamente la capacidad de que puedan seguir pagando el servicio de la deuda externa”, advierte David Osio.
A pesar de que Venezuela cuenta con una de las reservas petroleras más importantes del mundo, incrementar la producción se les haría sumamente difícil en el corto plazo, dado el deterioro de las condiciones internas del país, el cual sufre de la más alta inflación mundial, escasez generalizada y una contracción económica cercana a 10%, según el Fondo Monetario Internacional.
En respuesta a la crisis el gobierno ha reducido drásticamente las importaciones ahogando al sector privado por la falta de divisas. También ha buscado más financiamiento de China y ha reducido el subsidio a Petrocaribe.
“Sin embargo, estas medidas no han sido suficientes para contrarrestar la iliquidez de dólares que continua empeorando”, agrega Osio.