Desde hace tiempo mantengo que la verdadera crisis en el país es moral. De ella se desprenden todas las demás. No tengo duda de la necesidad -convertida en clamor nacional- de la inmediata salida de Maduro, pero también de quienes han contribuido a la permanencia de la narco-dictadura por 17 años.
El régimen instalado en el país ha utilizado todo su poder para perseguir, amenazar, secuestrar y extorsionar a todo libre pensador. Unos soportan de pie a costa de lo que sea, sin siquiera doblar las rodillas… otros, se han quebrado en el camino.
Confieso que no me asombra que gracias a la “aperturilla” de algunos medios, que a los opositores pareciera bastarle, la comisión de medios de la “nueva” Asamblea Nacional haya decidido que no es sustantivo la indagatoria del origen de los fondos con los cuales se compraron precisamente esos medios de comunicación en Venezuela con el objetivo de instalar la “hegemonía comunicacional”, censurando y/o silenciando la información veraz, vetando a aquellos que sostenían posiciones críticas al régimen y a sus colaboradores.
Al escuchar las declaraciones de los diputados de la comisión mencionada, preocupados hoy porque una banda convertida en funcionarios al servicio de un sector del régimen amedrenta a la otra banda propietaria del medio, es fácil concluir que dicha investigación ha quedado proscrita. La comisión se concentra en garantizar el apoyo a los compradores que antes les vetaban y silenciaban y las fortunas malhabidas, recientes o pasadas, serían lavadas poniendo a los medios al servicio de una operación en ciernes: la salida de Maduro.
Es posible que políticos avezados digan “un mal menor para terminar con uno mayor” … pero, en cualquier caso, de ¿cuál cambio podríamos hablar en esta área? Creo que el único guiño moralizante para la República en este campo comunicacional, sería la vuelta al aire de RCTV.
Si nos vamos a lo judicial, la banda dominante durante estos 17 años, con embajadores ahora en todos los sectores de la vida nacional, seguirá controlando el sistema de justicia, preservando así su propia existencia. Hara concesiones pequeñas que lucirán como un cambio … que no se dará, simplemente porque ellos mismos lo frenaran desde dentro de los propios tribunales del país. Nuevamente pregunto… ¿Cuál sería la diferencia, que es lo distinto?
Querido lector, usted como yo desea la salida de Maduro, pero estoy segura que también espera que se corte la maraña inextricable de intereses boliburgueses conectados, que juegan su propio juego por debajo. Lo contrario sería fraguar un fraude mucho mayor a cualquier otro visto, un cambio gatopardiano de proporciones impensables que haría creer que todo cambió cuando todo seguirá igual. Una gran estafa al elector que votó por un cambio … uno de verdad verdad. De pendejos … no estamos hechos los venezolanos.
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@NituPerez