Celebrar el 4 de Febrero es un descaro por parte del oficialismo, así lo expresa el ex gobernador de Miranda Enrique Mendoza, quien advierte que esos hechos deberían servirle de reflexión a la élite del chavismo, como un alerta para que los que están gobernando observen que se mantienen las mismas razones que indujeron aquellos hechos, el malestar del pueblo hoy se repite con mayor intensidad.
Para el líder mirandino, “esa llamada rebelión, no fue más que un golpe de Estado, que en la actualidad, puede repetirse, debido a que las circunstancias actuales han creado el caldo de cultivo para que se manifiesten hechos parecidos, las protestas actuales ante una crisis insoportable pueden desencadenar una implosión social en cualquier momento”.
“El cinismo descarado de esta mal llamada revolución, atornillada a la fuerza en el gobierno, es considerar que cualquier manifestación de carácter social, realizada por factores contrarios a su tendencia, es vista como golpista, sin darse cuenta que la rebelión civil verdadera empezó el 6 de diciembre a través del voto”, precisó.
Mendoza señala que en vez de estar gastando dinero haciendo fiestas recordando aquel golpe de Estado, deberían buscar la manera de ver cómo sacan al país de la crisis económica más grande que se ha producido en la historia de Venezuela.
-Para cualquier venezolano que se le pregunte hoy cómo ve el modelo socialista planteado por el gobierno, explicó Mendoza, la respuesta es sencilla, “Fracaso” la economía socialista no ha triunfado en ningún lugar del mundo, ni siquiera en China, porque su economía está basada en los principios básicos del libre mercado, que fluyen con la oferta y la demanda.
Expresó que el modelo económico presentado por el chavismo, no es más que una utopía del “marxismo trasnochado”, que ha llevado al país al borde del abismo y el desastre, donde la población en la actualidad vive una situación de calamidad, producto de las malas políticas de un gobierno incompetente.
Advirtió al gobierno que esta vez puede haber una rebelión de carácter civil en marcha, preparada desde cada casa de familia, donde el presupuesto no le alcanza al venezolano para comprar los productos de primera necesidad.
El 6 de diciembre el mensaje por parte de la población fue bien claro -recordó Mendoza- “si este gobierno, que sufre de autismo, se niega a interactuar con su entorno social, político y empresarial para sacar al pueblo de la crisis, lo más seguro es que esté fraguando su propia salida”, concluyó.
El 4 de febrero de 1992, un grupo de militares, encabezados por Hugo Chávez ejecutaron un intento de golpe de Estado en Venezuela, contra el entonces presidente constitucional, Carlos Andrés Pérez, la tentativa golpista fracasó en sus objetivos y los insurrectos no les quedó otra alternativa más que rendirse.