La gobernadora del departamento de La Guajira informó el martes que en los últimos días han muerto por desnutrición cuatro niños y que otros 15 fueron hospitalizados la víspera por la misma causa. AP
Los 15 pequeños fueron recogidos por autoridades médicas en la localidad de Uribia, fronteriza con Venezuela, y llevados a un centro médico de Riohacha, capital de La Guajira, dijo a The Associated Press la gobernadora Oneida Pinto.
Los menores muertos y enfermos pertenecen a la etnia Wayúu. De acuerdo con Pinto, también hay adultos con problemas de desnutrición.
El gobierno central ha dicho que no está claro si las cuatro muertes tienen relación directa con la desnutrición. Por esa postura el ejecutivo ha sido blanco de cantidad de críticas de entidades como la Sociedad Colombiana de Pediatría, cuyos voceros han dicho que se quiere minimizar la grave situación de la infancia en La Guajira.
El secretario de Salud de La Guajira, Stevenson Marulanda, afirmo en diálogo telefónico con la AP que por ahora “hay cuatro (niños) muertos y se van a seguir muriendo si no hay una acción del Estado” para paliar la situación.
Para el funcionario, en su departamento hay una hambruna que está afectando a miles de guajiros, entre niños y adultos.
No sólo los niños están mal, también sus madres, observó. Marulanda dijo que en 2015 murieron 38 pequeños por el mismo mal: la desnutrición.
Recientemente, la Procuraduría General, que en Colombia representa a la sociedad, hizo pública su preocupación por la situación de la comunidad Wayúu de La Guajira.
“Es lamentable e inaceptable conocer cada semana la noticia de la muerte de más niños afectados por desnutrición, así se den explicaciones oficiales sobre las causas de los fallecimientos que tratan de minimizar la grave crisis que enfrenta esa población por la falta de alimento y acceso al agua potable”, indicó la Procuraduría o Ministerio Público.
La entidad pública encargada de velar por los derechos de la infancia, el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, ha dicho que “el gobierno reconoce la gravedad de la situación y por eso adelanta acciones de corto, mediano y largo plazos con el fin de atender la emergencia y contribuir a la erradicación de sus causas”.
Para la gobernadora Pinto, en los últimos tiempos muchos males le llegaron a La Guajira. A la tradicional pobreza de sus habitantes y al cierre de la frontera con Venezuela se sumó el fenómeno de El Niño. Hace por los menos tres años no llueve en esa zona del país, que se distingue por ser casi un desierto. “Aquí no hay industrias y el desempleo es del orden del 60%”, señaló.
“Necesitamos apoyo, necesitamos solidaridad porque en este momento el departamento no está pasando por el mejor momento en el tema económico”, agregó la funcionaria. Dijo que el cierre de la frontera con Venezuela ha hecho que la situación de los guajiros sea más complicada. Antes de agosto de 2015 los colombianos pasaban al vecino país a comprar comida y a comercializar sus artesanías.
El presidente venezolano Nicolás Maduro dio la orden hace seis meses de cerrar todos los pasos fronterizos con Colombia con el argumento de que ésta estaba plagada de contrabandistas y paramilitares.