El delantero de Huracán Diego Mendoza, uno de los futbolistas más afectados junto a Patricio Toranzo como consecuencia del accidente que sufrió el equipo en Caracas mientras viajaba en autobús hacia el aeropuerto de Maiquetía, reveló que pensó que moriría en el siniestro vial y calificó como “un milagro” el hecho de que ningún integrante de la delegación muriera.
“Cuando dijeron que se habían roto los frenos pensé que era un chiste. Nos dijeron que era verdad y que teníamos que ir atrás. El micro empezó a tomar velocidad porque iba en bajada y chocó contra algunos autos. Vi que el chofer se corrió de la autopista y pensé que se había equivocado”, reconstruyó el atacante.
“Cuando miré hacia arriba vi la montaña y el cielo, pensé que no iba a seguir viviendo. Llegamos arriba, se sintió un golpe fuerte y empezamos a retroceder. El chofer pegó un volantazo y caímos de costado”, explicó.
Mendoza sufrió un corte profundo en uno de sus talones (“Cuando caí, el pie me quedó entre uno de los vidrios del micro y las piedras de la montaña. Para que no me cortara la pierna, saqué rápido el pie y me arrancó parte del talón”, explicó) y otro en el codo izquierdo, debido a que con él rompió uno de los cristales para salir del vehículo.
Quien se llevó las peores consecuencia del accidente fue Patricio Toranzo, a quien Mendoza alcanzó a ver cuando salió del autobús. “Intenté ayudar a mis compañeros hasta que me di cuenta que me faltaba una parte del talón y no podía seguir caminando. Anduve un par de metros y vi a Pato que venía caminando hacia mí y no podía”, contó. “Preguntamos si alguno había fallecido. Fue un momento muy duro”, admitió.
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