En Londres, lo que es un barrio moderno, con tiendas y galerías de vanguardia y una vibrante vida cultural el martes por la mañana estará gentrificado el jueves a la hora del té.Sucedío con Shoreditch y sigue sucediendo cíclicamente. Así que simplemente nos dejaremos guiar por el instinto y el corazón hacia una zona que, a pesar de la insistencia de los hipsters, no ha perdido carácter: el sur. En los barrios de Peckham y Brixton se vive la sensación de comunidad y es uno de esos lugares en los que el turista se siente local. Traveler.es
Ocurre que las opciones de alojamiento interesantes se concentran en la otra orilla del Támesis. Podemos elegir entre los estilosos pero asequibles, como el citizenM, las nuevas aperturas, como el The Hospital Club, construído en un antiguo hospital en la zona de Covent Garden y con un rango de precios bastante amplio; o los sencillamente prohibitivos pero irresistibles como el The Lanesborough en Hide Park, una de las últimas joyas de laOetker Collection que incluye entre sus hoteles Le Bristol de París o Namaskar en Marrakesh.
VIERNES
17:00. Empieza el fin de semana en uno de los lugares más queridos por los vecinos delbarrio de Peckham, el Bussey Building. Este antiguo almacén y actual espacio multiuso merece 48 horas para él solo. Sirve de sede a conciertos, workshops, galerías, salas de teatro, proyectos artísticos que van cambiando el espacio y una mítica tienda de vinilos / bar. Lo mejor es entrar y dejarse llevar.
18:00. Estamos en el mundo anglosajón, las seis de la tarde ya es una hora más que razonable para empezar con la ingesta de alcohol. La primera parada es el Peckham Pelican, un bar en el que te puedes encontrar desde un dj a un taller de grabado o una velada culinaria dedicada a las especialidades de Nueva Orleans. El Pelican es el punto de reunión de los estudiantes de artes de la escuela contigua, la creatividad está en el ambiente (y en los tatuajes, tintes de pelo, abrigos de pitón sintético…). El Ivy Housemerece una parada, merece incluso una película con su historia, es el primer bar cooperativa de Londres. Tras el anuncio de su cierre, su parroquia y los vecinos reunieron un millón de libras para quedarselo. Después de unas pintas, vamos a por un Old Fashioned preparado con maestría al Bar Story, dos si llegamos en su hora feliz de seis a siete de la tarde, maniobra muy recomendable.
21:00. Una vez cumplido el calentamiento, hacemos una parada técnica para cenar y seguir de pubs con energías renovadas. Dos buenas opciones en el sur de Londres son Persepolis y Artusi. La decisión habrá que tomarla en base al presupuesto. Persepolis ofrece platos persas a un precio razonabilísimo y tiene un ambiente de pequeño ultramarinos. Su tienda ofrece libros de cocina y productos persas difíciles de encontrar. También albergan talleres y clases de cocina.
La opción cara (aunque no prohibitiva) también es muy familiar pero al estilo italiano.Artusi es un local de comida mediterránea con pasta casera, mesas comunitarias y cocina abierta. Todos sus productos son de temporada y la mayoría vienen de productores locales. Aunque tiene poco más de un año de edad, ya es uno de los hits del barrio.
22.30. Hay cierto local, uno que solo se puede encontrar en Londres por razones que explicamos en dos líneas, por el que merece la pena desplazarse a Brixton. El Effra Socialfue la sede del club del Partido Conservador y la decoración ha quedado intacta desde los tiempos de Thatcher. Está lleno de pizarras con mensajes a los afiliados, sillones de orejas o tapetes de ganchillo. ¿Quién le iba a decir a Winston Churchill que sus retratos al oleo iban a acabar rodeados de rastas jamaicanos y chicas tatuadas hasta la mandíbula tomando copas?
Aquí se puede cenar, bailar, escuchar música en directo e incluso asistir a un recital de poesía. Acabar la noche en el Effra es una buena opción, si nos quedan energías para seguir más allá, la cercana Clapham Street está sembrada de bares.
SÁBADO
10.00. Antes de adentrarnos en la ciudad, vamos a echarle un vistazo desde las alturas. ElBrockwell Park está situado en una colina sobre Brixton y desde su infinita extensión verde se ve todo el skyline de Londres. Dentro del parque se sitúa The Brockwell Lido, un edificio art deco que hoy en día alberga una piscina descubierta y un café perfecto para desayunar.
12.00. Para comer, vamos a dar la vuelta al mundo sin movernos de uno de los mercadillos más variados, vibrantes y auténticos de los cientos que hay en Londres: The Brixton Village and Market Row. Aquí se pueden comprar desde kimonos hasta caracoles, desde tejidos africanos hasta quesos franceses. En este espacio independiente que los vecinos salvaron de la demolición, se puede apreciar mejor que en ningún sitio todo lo bueno que trae lamulticulturalidad del barrio. Gracias por la lección, Brixton.
14.30. Le hemos tomado el pulso a una de las zonas más interesantes y menos turísticas de la ciudad Hemos sido arriesgados y originales y nos hemos alejado de las rutas más trilladas, bien por nosotros, pero no nos vamos a marchar sin presentar nuestros respetos a la estatua del general Nelson así que nos vamos al centro. Estos días la Royal Academy es un jardín. La exposición Painting the Modern Garden Monet to Matisse, reune obras deManet, Van Gogh, Cézanne, Klee y otros grandes maestros del siglo XX, de esos capaces de llenar museos retrospectiva a retrospectiva.
16.00. Aquí la hora del té es ineludible. El centro está lleno de opciones con poco encanto y nosotros insistimos en nuestro empeño de ser esos turistas ejemplares que huyen de las cadenas y la impersonalidad. Ya hemos hecho la digestión de los caracoles, el sushi y las delicias internacionales degustadas en Brixton y apetece un dulce, nos vamos a Maison Bertaux, una pastelería fundada en el siglo XIX. Su protocolo consiste en sacarse el café o el té a la calle y tomárselo con uno de sus dulces franceses. Aunque en el interior hay que tener los ojos bien abiertos para disfrutar del ambiente, las fotos antiguas y el viejo piano de cola.
17.00. Un poco más de cultura, más tarde seguiremos con la gastronomía. Daunt Books es una bellísima librería de estilo eduardiano. El interior data de 1910 aunque fue restaurada en los 90. Tiene una enorme galería central con dos alturas y una barandilla de madera en la que pasarse horas curioseando entre novedades y clásicos con la sensación de estar viviendo en un capítulo de Downton Abbey.
18.00. Estamos en una de las capitales de la moda del mundo y la parada fashion es obligada. Elegimos Browns Focus, en Mayfair. Esta tienda multimarca es algo así como la rama arriesgada y joven de los clásicos almacenes Browns. Tiene un ambiente de club nocturno, oscuro y con neones y en sus perchas se fraguan las tendencias del futuro. Es vanguardista y arriesgada, el contrapunto perfecto a nuestras compras en el bohemio mercadillo de Brixton.
19.00. Y si antes curioseábamos entre libros dentro de una ambientación a lo Downton Abbey, ahora vamos a tomar copas en un entorno propio de El Gran Gatsby. El Milk & Honey, tiene carácter de club de caballeros. El ambiente es de club de jazz de los años 20 y para acceder a ciertos privilegios, como entrar en la Red Room hay que ser socio. Los no miembros pueden entrar hasta las once previa reserva. Este local puede permitirse ser restrictivo y exquisito, aquí se toma muy en serio el arte de tomar copas, la variedad de alcoholes es exquisita y el hielo se pica con punzón.
20.30. La chef estrella y discípula de Gordon Ramsey (chef aún más estrella) Judy Joo abrió este restaurante de tapas callejeras coreanas en 2015. Jinjuu es nuestra propuesta para la cena. Sirven kimchi y pollo frito al estilo coreano entre otras especialidades, la cocina está a la vista y el precio medio es de 50 libras por persona. La planta de arriba tiene una coctelería con opciones aptas tanto para antes como para después de la cena.
22.00. Un concierto es la guinda de la noche, pero el turismo cansa, así que optamos por un concierto de jazz o swing sentados y con una copa en la mano. Nada de cerveza en vasos de plástico y codazos, que hemos tenido un día muy intenso. El bar Night Jar tiene glamour de la vieja escuela, sus paredes están forradas de motivos art decó y es tan acogedor que dan ganas de quedarse para siempre. Se puede picar algo de su menú de tapas pero lo más interesante son sus conciertos de jazz o swing con un cóctel en la mano.
DOMINGO
10.00. Nos desplazamos a la zona de Saint Pancras para lanzarnos a un par de planes culturales que están fuera del circuito convencional. Desayunamos en The Attendant, una cafetería francesa emplazada en un antiguo baño público victoriano, abandonado durante 50 años y recientemente restaurado. Su porridge preparado con leche de almendras servirá de combustible para todo el día.
11.30. Vamos a pasar la mañana a uno de los museos más extraños de Londres, laWellcome Collection. Una institución dedicada a las curiosidades y maravillas de la ciencia médica. Henry Wellcome, su creador fue un emprendedor, filántropo, viajero y pionero de la fotografía aérea. Reunió cientos de objetos relacionados con la medicina y la obsesión del ser humano con la salud, desde el cepillo de dientes de Napoleón a antiguos juguetes sexuales japoneses.
13.00. A medio camino entre la Wellcome Collection y nuestro siguiente destino se encuentra uno de los mejores restaurantes del Soho, Gauthier. Nuestra última parada culinaria del fin de semana es un restaurante clásico con un servicio exquisito que parece de otra época. Es tan formal que roza lo kistch, pero lo importante es que su cocina francesa acumula certificados de excelencia y que posee una oferta de vinos para perder la cabeza. Ha sido un fin de semana muy largo, nos merecemos un homenaje.
15.00. Hemos empezado el día con la Wellcome Collection y lo acabamos en otra curiosa institución apartada del circuito más obvio: El Prince Charles Cinema. Este cine situado enLeicester Square va muchísimo más allá de los estrenos, es un festival en sí mismo. Aquí puedes asistir a una fiesta de máscaras inspirada en la película Dentro del Laberinto, un maratón de Pesadilla en Elm Street, un homenaje a Meryl Streep, sesiones de sing along de todas las películas imaginables, matinees de Disney y pases en los que, por el precio de la entrada, te dan un trozo de pizza y una cerveza. Las películas y los eventos empiezan a la una y acaban a las nueve de la noche.
No es fácil tomarle el pulso a una ciudad tan inabarcable como Londres, mucho menos en 48 horas. Las claves son acotar, elegir y buscar los lugares y experiencias menos evidentes. Este vez las momias del British Museum tendrán que pasar sin nuestra visita. hasta la proxima, Londres.