El sector comercio en Venezuela va en declive. Esa realidad la comprende muy bien Cipriana Ramos, actual presidenta de Consecomercio quien, pese a tan sombrío panorama, sostiene que irse del país no es una opción. Apalancada en la conseja popular que reza “no hay mal que por bien no venga”, avizora que la situación se revertirá en el futuro.
Abogada de oficio, explicó en conversación con el Diario 2001 que el Estado no le hace falta el Decreto de Emergencia Económica “resucitado” por el TSJ tras ser rechazado por la Asamblea Nacional- para resolver la crisis, sino, por el contrario, crear políticas coherentes que permitan incentivar al productor y al importador.
En el caso específico de los comercios, indicó que han tenido que bajar sus santamarías por la baja en los inventarios de mercancías y otros han sobrevivido en medio de la tormenta. Se han comido las frutas verdes entre los controles de cambio y de precio, y ahora “las podridas” con medidas impuestas como la “dieta eléctrica”.
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