El oficialismo no quiere entender las cifras contundentes que marcan su declive político y plantean la necesidad urgente de su salida del poder. Las cifras de crecimiento de la pobreza son dramáticamente alarmantes de 25,1% en 2012 paso a 73% en 2015, pero solo este año creció en 41%, y la pobreza extrema se muestra superior a la pobreza “normal”. Los indicadores de inflación muestran un astronómico nivel de 270% general y 470% en alimentos; índices de escasez de alimentos y medicinas en niveles intolerables socialmente. Caídas alarmantes del producto de 10% el año pasado y todo indica un nuevo descalabro del 8% para este año. Aumento siniestro de los asesinatos con una delincuencia que toma abierta y desembozadamente las ciudades frente a la inacción de las fuerzas policiales.
Lo anterior es lo que condujo a la victoria electoral de la oposición conquistando una mayoría de las 2/3 partes; pero el chavismo quiere desconocer la Asamblea Nacional, quiere montar con el tsj una legalidad paralela que le permita gobernar al país sin rendir cuentas ignorando la nueva realidad política. Esto es lo que está detrás de la actuación del tsj declarando la vigencia del Decreto de emergencia.
El Presidente de la Asamblea Nacional, declara muy acertadamente que el Presidente Maduro busca provocar un golpe. Suscribiendo lo planteado por Henry Ramos; es aquí donde planteamos que el chavismo no está sacando bien sus cuentas porque no tienen el piso político, civil o militar y mucho menos el apoyo internacional para meterse en lances tan arriesgados. Entonces esta actitud suicida del chavismo que busca empujar una respuesta violenta de la calle impone la formulación de algunas hipótesis de interpretación.
La primera es que el Presidente Maduro tratando de imitar a Chávez busque tener su 11 de abril, un regreso triunfal después de sortear un alzamiento popular.
Otra es que pretenda provocar su salida violenta del poder para tomar el camino de reivindicarse como mártir socialista internacional.
No puede descartarse que los mandos militares aún con el régimen pretendan provocar un conflicto violento para justificar un golpe de estado que los atornille en el poder.
Una variante del anterior es que los mandos militares utilicen al Presidente Maduro y su insensatez como el agente provocador de un golpe, que les permitiría salir de él e instalar un nuevo gobierno de facto.
Tampoco puede descartarse que el oficialismo de verdad crea que pueda sin piso político, sin divisas y sólo con una brutal crisis económica correr hacia delante y pasarle por encima a la realidad política, social y económica, saliendo indemne de una situación sobrevenida.
Serán los acontecimientos que están por desatarse los que despejaran las dudas sobre las alternativas anteriores.
Pero, tengo algunos convencimientos que quiero trasmitirles. El Presidente Maduro se equivoca y mucho si cree que provocando un estallido social podrá conservar el poder y tampoco es posible la consolidación de un poder militar de facto que desconozca los poderes legítimamente establecidos. Saquen bien las cuentas no es tan difícil.
Pedro Vicente Castro Guillen
@pedrovcastrog