El gobierno panameño decretó este martes una alerta sanitaria en todo el país para combatir el zika, lo que le permitirá solicitar créditos por hasta 10 millones de dólares para luchar contra el mosquito que transmite la enfermedad.
AFP
Se “decreta una alerta sanitaria por la progresión de la enfermedad transmitida por el virus Zika”, dijo Miguel Mayo, ministro encargado de Salud, en conferencia de prensa tras el Consejo de Ministros.
En diciembre, el gobierno panameño decretó una alerta sanitaria en la comarca indígena de Guna Yala (Caribe), donde se concentran los 53 casos de zika que hasta el momento se registran en Panamá.
Sin embargo, según Mayo, “existe la posibilidad de que esta enfermedad se esparza a nivel nacional”.
Esta alerta, que ahora se extiende a todo el territorio panameño, brinda al Ministerio de Salud la posibilidad de “solicitar un crédito adicional de hasta 10 millones de dólares para esta contingencia”, manifestó Mayo.
El Decreto ordena a todas las entidades públicas, de manera inmediata, a poner a disposición del Ministerio de Salud todos los recursos económicos, físicos y humanos que sean necesarios para la ejecución de los planes de prevención y control de la enfermedad.
El decreto autoriza la contratación directa para la adquisición de bienes, servicios e insumos que las autoridades sanitarias definan como necesarios para hacerle frente al zika.
Además, el Ministerio de Economía y Finanzas asignará al Ministerio de Salud créditos adicionales por un monto de hasta 10 millones de dólares para el abordaje integral de esta alerta sanitaria.
Esta suma se podrá incrementar según el comportamiento epidemiológico de la enfermedad y sus vectores, según el gobierno panameño.
El pasado 11 de febrero, el director del Instituto Conmemorativo Gorgas, un centro de investigaciones de enfermedades tropicales en Panamá, dijo que el país centroamericano tenía “gran interés” en utilizar mosquitos transgénicos para combatir al mosquito Aedes aegypti, transmisor del virus del Zika.
Panamá realizó en 2014 un proyecto con mosquitos modificados genéticamente para combatir al Aedes aegypti, lo que produjo un descenso de 93% en la población del mosquito en la comunidad rural donde se desarrolló el experimento.
Las autoridades panameñas buscan ahora realizar un proyecto similar pero ampliado a otros puntos del país, lo que amerita una enorme inversión, por lo que el gobierno panameño está estudiando la viabilidad del proyecto debido a la necesidad de obtener millonarios recursos económicos.