El premio Nobel de la Paz y expresidente polaco, Lech Walesa, negó hoy la veracidad de los documentos que, según el Instituto de la Memoria Nacional de Polonia, confirman que fue informador de la policía comunista polaca a cambio de dinero.
“No puede haber ningún documento del que yo sea responsable, y si lo hubiera, entonces no harían falta falsificaciones”, dijo el histórico líder del sindicato Solidaridad desde Venezuela en unas declaraciones que recogen medios polacos.
Lech Walesa, quien se encuentra en Venezuela para apoyar a la familia del opositor venezolano encarcelado Leopoldo López, aseguró que si es necesario demostrará en el juzgado que estos documentos no son veraces.
Las palabras del histórico activista anticomunista llegan después de que el director del Instituto de la Memoria Nacional (IPN), Lukasz Kaminski, afirmara hoy que documentos incautados a la familia del último ministro del Interior del régimen comunista, Czeslaw Kiszczak, revelan que Lech Walesa fue informador de los servicios secretos (SB) entre 1970 y 1976 bajo el pseudónimo de “Bolek”.
El director del IPN, una institución pública encargada de investigar los crímenes cometidos durante el periodo de ocupación nazi y el régimen comunista, dijo que entre los documentos disponibles se encuentra la firma de Lech Walesa como “Bolek”, además de una confirmación de un pago.
Walesa admitió en el pasado la firma bajo presión de un compromiso para convertirse en informador de los servicios secretos, pero ha insistido en que nunca actuó como tal ni recibió dinero de los SB.
Los archivos han salido a la luz después de que la viuda de Kiszczak ofreciese vender al IPN informes de los servicios secretos elaborados durante los años 70, según explicó ayer la portavoz del Instituto para la Memoria Nacional.
Por el contrario, la familia de Kiszczak sostiene que el IPN les ofreció dinero por esos documentos tras la muerte de Czeslaw Kiszczak en noviembre del pasado año.
En todo caso la ley polaca obliga a entregar este tipo de documentos al Instituto.
Algunos historiadores, como Piotr Gontarczyki y Slawomir Cenckiewicz, ya habían sostenido que Walesa, líder del legendario sindicato Solidaridad y expresidente de Polonia tras la caída del comunismo, fue espía de la policía del régimen.
Esos dos historiadores identificaron a Walesa con “Bolek”, un agente que a finales de 1970 fue captado por los servicios secretos, a los que informó durante algunos años de las actividades subversivas de sus compañeros de los astilleros de Gdansk (norte de Polonia), a cambio de lo cual recibió pagos.
Gran parte de las evidencias de que Walesa fue “Bolek” se perdieron en los años 90, con la llegada de la democracia, cuando el líder de Solidaridad se convirtió en el primer presidente del país tras la caída del Muro. EFE