Este lunes se cumplen 108 años del nacimiento de Rómulo Betancourt, el conocido “padre de la democracia”. La importancia histórica de Rómulo Betancourt la sintetiza Germán Carrera Damas, al calificarlo como el “padre de la democracia” venezolana.
Fundador de uno de los principales partidos modernos de Venezuela, contribuyó a echar las bases de la participación popular. Betancourt tenía una gran vocación de poder, que conjugaba con una voluntad de nación y su concepción política de ese poder era la alternabilidad.
Nace Rómulo Betancourt, en la población de Guatire, estado Miranda, el 22 de febrero de 1908. Hijo de un modesto inmigrante de las Islas Canarias, Luis Betancourt Bello y una humilde mujer nativa del lugar, Virginia Bello Milano. Inicia su escolaridad en escuelitas privadas, por ausencia de públicas; su padre le enseña contabilidad.
En 1919, la familia de Betancourt se traslada a Caracas en donde Rómulo culmina sus estudios de primaria. En 1924 ingresa al Liceo Caracas, dirigido en ese entonces por Rómulo Gallegos. En septiembre de 1927, inicia estudios en la Facultad de Derecho de la Universidad Central de Venezuela, donde obtiene las más altas calificaciones de su curso.
En la vida de las personas hay acontecimientos que impactan y llegan a trastocar sus rutinas diarias y existencia. Tiene esta característica para Betancourt, la celebración de la Semana del Estudiante, iniciada el 6 de febrero de 1928, que se transforma en una protesta abierta contra la dictadura de Juan Vicente Gómez.
Hecho con el cual el joven Rómulo, vive la experiencia de preso político; se convierte como lo expresa Simón Alberto Consalvi, en “…el líder más lúcido y más intrépido de la Generación del 28… movimiento juvenil que revolucionó la política venezolana” y asume el compromiso de luchar contra la tiranía y construir un poder político civil.
Destierro y acción
Su destierro iniciado en Curazao, en junio de 1928, se prolonga hasta 1935, viaja por diversos países latinoamericanos en la búsqueda de contacto con los numerosos grupos de exiliados que luchaban contra el régimen gomecista.
En este destierro profundizó su formación intelectual y política y dedicó su tiempo al estudio sistemático de la historia de Venezuela y de Latinoamérica. Lee a Carlos Marx y Federico Engels y otras fuentes del pensamiento socialista, así como las obras relacionadas con la penetración imperialista en los países latinoamericanos.
En el Partido Comunista de Costa Rica, aprende cómo formar una organización política. Hace periodismo de denuncia y empieza un copioso epistolario político que se prolongará hasta su muerte, acaecida el 28 de septiembre de 1981.