Toro Hardy explicó que un recorte mundial del crudo estimularía las inversiones tecnológicas en Estados Unidos para producir petróleo esquistos bituminosos (petróleo no convencional que se extrae de los esquistos que son rocas sedimentarias arcillosas).
“Con un recorte todos los países pierden porque Estados Unidos cuenta con la producción de ese tipo de crudo; hoy por hoy los estadounidenses son menos dependientes del mercado internacional y pudieran serlo aún más si se activan estas inversiones para ampliar la producción de ese petróleo. El buen momento de Washington ha llegado al punto de levantar la prohibición de exportar petróleo que llevaba 40 años vigente; y hace poco hasta le vendieron 500 mil barriles a Venezuela, por primera vez en la historia”.
A esto se suma que actualmente Estados Unidos tiene la mayor reserva de barriles de petróleo en su historia cercana a los 700 mil millones, en cavernas ubicadas en ciudades como Oakland, en el estado de California y otras. Ante esta realidad el gran perjudicado es Venezuela, que históricamente ha sido el socio petrolero de ese país.
Además Estados Unidos tiene actualmente una producción de 8.5 millones de barriles diarios. Pero Estados Unidos también tiene los mayores yacimientos de petróleo esquisto en el mundo.
Entre sus recuerdos más agradables están las épocas en la que un tanquero venezolano zarpaba de las costas nacionales cargado de crudo hacia las costas de Estados Unidos (llegaba en tres días). Ese tanquero descargaba el crudo en terminales venezolanos, (32 en total). Luego se transportaba a través de gasoductos y ductos venezolanos hasta las refinerías venezolanas porque ocho de las más grandes de ese país eran venezolanas y la gasolina producida se vendían al ciudadano americano a través de 14 mil estaciones de servicios venezolana que eran de Citgo.
“No exportábamos crudos sino que producíamos gasolina y controlábamos 10% del mercado estadounidense. Actualmente no podemos hacerlo porque solo contamos con tres refinerías de las ocho que teníamos y muchos de esos gasoductos y terminales ya no son nuestros”, explica.