La que fuera presidente del tsj y de su sala constitucional luisa estela morales lamuño antes de llegar a ejercer tan alto cargo, se desempeñó como juez y en dos ocasiones fue removida del cargo, en una de ellas, no recuerdo si sería en ambas, por haber forjado un expediente.
Es bueno indicar lo que representa el forjamiento que originó la destitución. El término es empleado en su acepción de inventar, fingir o fabricar. El juez a quien corresponde el poder de decisión sobre la materia que se discute o ventila en el expediente es el guardián de su integridad. No es aceptable que las partes en conflicto alteren el contenido del expediente y es función del juez preservarlo incólume.
Cuando es el juez quien perpetra la alteración del expediente, cuando lo forja, no cabe otra sanción que su destitución y, agregamos nosotros, su inhabilitación para ejercer esa función. Así debió haber ocurrido con morales lamuño. Pero no fue así. Al difunto Chávez le servía como guante a su mano una juez que fuese capaz por sí misma de forjar un expediente, porque desde luego sin necesidad de forjarlo estaría dispuesta a que el mismo se cerrara con la sentencia que complaciera a quien la había llamado a ejercer de nuevo la judicatura y no en un juzgado cualquiera, de primera instancia, oculto en el interior del país, sino en el supremo y en la capital.
Desde luego que de aquél forjamiento que originó la destitución debe estar archivado el expediente correspondiente, pero bien pudiera haber desaparecido. En todo caso, el registro de aquel hecho histórico jamás llegó a adquirir la condición de hecho notorio, ni tampoco la de esa figura tan grata al tsj que se ha dado en llamar “hecho público comunicacional”.
Ahora, la heredera de morales lamuño, la magistrada gutiérrez que preside el tsj, con el mayor desparpajo, ha ordenado que se levante el acta de la sesión plenaria del tsj, es decir, del acto realizado con la concurrencia de todos los magistrados que integran las salas que lo conforman, forjando el acta que debe recoger lo que ocurrió en la sesión. La presidente ordenó que “se borre” la intervención de la magistrada Godoy. No quiere que el país, que sus ciudadanos ni que la historia vaya a poder registrar íntegramente lo que allí ocurrió.
Realmente no sé qué es peor si el forjamiento oculto de luisa estela, en un oscuro y remoto juzgado, o el abierto y grosero de Gladys en la capital y en el tsj, como para que el país tome nota de que lo que allí se anuncia como decisión ha sido resuelto en otro lugar y por otras personas.
Caracas, 2 de marzo de 2016