Los precios de los botellones de agua potable o mineral fueron aumentados una vez más en Barquisimeto y Cabudare, aparentemente sin autorización de la Superintendencia de Precios Justos que, desde hace más de dos años, no aplica control alguno sobre ese producto, reseñó El Impulso.
Por Hugo J. Boscán
A causa de que la última regulación de tan indispensable elemento data del 2014, las empresas procesadoras de agua para distribuirla en botellones han venido aumentando sus precios con mucha frecuencia, llegando de 50, hace un año, hasta a 300 bolívares en la actualidad.
Desde el mes pasado, los establecimientos donde se expende la San Felipe advirtieron que a partir del primero de marzo el precio del botellón pasaría de 200 a 250, mientras que otras marcas, como la Varina subió hasta 300, de acuerdo al establecimiento.
Aunque la empresa La Mata aclaró recientemente que no había aplicado incremento alguno en los precios, el mismo si se ha hecho efectivo a nivel de los expendedores, como se puede comprobar en la venta existente en el centro comercial Churum Merú donde el botellón cuesta 210 bolívares.
Los dueños de los expendios atribuyen el alza a las empresas envasadoras que, aparentemente, se benefician con las suspensiones del suministro del líquido vital que aplica frecuentemente Hidrolara en Barquisimeto, Cabudare y otras ciudades de la entidad, supuestamente a causa de los apagones que dejan inactivas las estaciones, lo que incrementa la demanda.
Además, los envasadores, de acuerdo a compradores, no tienen control alguno por parte del Sundde, lo que les permite implementar precios a su antojo, en la mayoría de los casos argumentando aumentos en los costos operacionales.