“Totalitarismo es la nueva palabra que hemos adoptado para describir las inesperadas pero inseparables manifestaciones de lo que en teoría llamamos socialismo” Friedrich Hayek
El clamor en las calles de la sociedad democrática de Brasil y Venezuela exigiendo la renuncia de Dilma Rousseff y Nicolás Maduro envía una señal clara de insatisfacción de millones de ciudadanos en cuanto a gobiernos de izquierda que hoy solo representan gestiones fallidas después de haber contado con apoyos realmente significativos. La “exitosa izquierda” de principios del Siglo XXI, llego a constituir una coyuntura nueva desde el año 1997, donde logró gobernar en municipios donde habitaban más de 60 millones de personas y para el 2003 lograron ser gobierno en Venezuela y Brasil (además de Cuba) alcanzando tener bajo su influencia y proyectos a más de 200 millones de habitantes.
Hoy en día, las crisis ideológicas y de identificación con las bases que sufren Brasil y Venezuela, así como el dinosaurio símbolo de la miseria que representa Cuba (que ahora busca el capital de los Estados Unidos de América para poder renacer), han vuelto a América Latina la región más inestable del mundo en términos sociales económicos y políticos. En Cuba multiplicaron los pobres para repartir equitativamente la miseria. Además, la ceguera estratégica y arrogancia de la izquierda Latinoamericana ocasionaron por ejemplo, el revés en el referéndum consultivo en donde Evo Morales buscaba poder ser reelecto por cuarta vez, y la derrota de Cristina Kirchner ante Mauricio Macri.
Aunque las recetas de fracaso no son iguales en todos los países del ALBA y/o integrantes del Foro de Sao Paulo, podemos identificar ingredientes comunes que son indispensables en el gran fiasco que han constituido estos gobiernos que otrora, generaran increíbles esperanza y deseos de cambio, la oportunidad histórica que perdieron para lograr los cambios que transformaran radicalmente la realidad de nuestra región fue única e irrepetible. Los ingredientes comunes que componen el fracaso de la izquierda Latinoamericana son: La corrupción, el populismo, el abuso de poder, la ineptitud y desidia en la aplicación de sus gestiones, la violación de los Derechos Humanos, la violación a la libertad de expresión y la impunidad.
Brasil
En Brasil, el Partido de los trabajadores, símbolo de la nueva izquierda Latinoamericana, considerado el “hermano mayor” de los fuerzas progresistas y de izquierda, se encuentra en estado terminal y siendo el PT el gran creador del Foro de Sao Paulo en el año de 1990, donde se congregaron en el Hotel Danubio, 48 organizaciones y partidos de izquierda con el objetivo de establecer una nueva coyuntura después de la caída del Muro de Berlín, la propuesta de “alternativa popular creada en dicho Foro así como el Foro mismo son actualmente cadáveres insepultos.
Hace pocos días, el ex jefe del bloque del Partido de los trabajadores Delcidio Amaral, confesó que Dilma Rousseff, en sus tiempos de Ministra de Energía y el ex presidente Lula da Silva, no solo sabían de las irregularidades en Petrobras, también aseguró que Lula pidió sobornar al Director de la petrolera, y Rousseff estaba al tanto del proceso de adquisición de la refinería Pasadena, en Estados Unidos, comprada a valores sobrefacturados.
La desbordada corrupción que involucra a Lula y a Rousseff en lavado de dinero y sobornos, al igual que la recesión actual que vive Brasil, impulsaron a más de 3 millones 500 mil brasileros a exigir la renuncia de Dilma en las calles, protestas que no cesan día tras día y hoy el Gobierno de Rousseff, según un sondeo de la encuestadora Datafolha, cuenta tan solo con 11% de aprobación, un 60% exige un juicio político y un 58% de los encuestados pide su renuncia.
Lo trascendente es que el Foro de Sao Paulo estableció una estrategia de corrupción entre sus miembros, en donde también se afirma que la constructora Odebrecht emitió pagos ilegales a las campañas electorales de varios países, entre ellas a la campaña de Mauricio Funes en El Salvador (2009), Danilo Medina en República Dominicana y la campaña de Hugo Chávez en el 2011, campaña que asegura la publicista Mónica Moura, (investigada y detenida por el caso Odebrecht) costó 35 millones de dólares.
A diferencia de otros países de la región, en Brasil parece no haber intocables, un ejemplo claro es el de Marcelo Odebrecht, ex CEO de la constructora más grande del país quien fue condenado a 20 años de cárcel, por sobornos a funcionarios del Gobierno y miembros de Petrobras, para obtener jugosos contratos. El ocaso de Lula, por muchos años el hombre más poderoso de Brasil, también parece indicar que Brasil paso de ser “el paraíso de la impunidad” a un país con estado de derecho y justicia. Este fenómeno en donde el poder legislativo gano su autonomía ocurrió después de la promulgación de la Constitución de 1988, cuando el Supremo Tribunal Federal (STF) pasó a ser más activo, muchos tribunales y jueces pasaron a tomar decisiones independientes trastornando así las políticas públicas.
Irónicamente Lula Da Silva, líder del Partido de los trabajadores, cambió el tesoro de ser el “paladín exitoso de la izquierda mundial” por otro tesoro que escondió en una caja fuerte, constituido por 186 artículos donde hay joyas, monedas de oro, una daga de oro con mango de marfil cubierto de rubíes y regalos recibidos como Jefe de Estado que no le pertenecen, le pertenecen a Brasil.
Además “Lulinha”, como lo llaman quienes le tienen cariño, descansaba sus ojos frente al mar de Sao Paulo, en un triplex de lujo de 215 mts2 con sauna y piscina interna. Estos “deslices” del líder de izquierda constituyen pruebas de ilícitos criminales y ocultación de patrimonio por el cual también viene siendo investigado paralelamente al caso de corrupción en Petrobras.
Predecir la pronta encarcelación de Lula y el impeachment y posterior destitución de Dilma Rousseff ya no es cosa de magos o videntes.
Venezuela
En Venezuela, todos los ingredientes de la receta de fracaso que caracterizan a los proyectos de izquierda se utilizaron para dar como resultado un régimen alejado de la democracia y sus principios constituyendo así una Neo Dictadura narco-corrupta siendo las drogas el ingrediente esencial de esta receta que transformó la democracia más sólida de Latinoamérica en un “asociación de carteles” enfrentados pero afiliados por conveniencia, donde se han apoderado de los recursos petroleros para acumular fortunas exageradas en detrimento de la situación de los menos favorecidos, por quienes falsamente dicen abogar.
Actualmente y ya por dos años, las protestas populares han sido constantes, quienes hoy piden la renuncia de Maduro constituyen mas del 80% de la población e inclusive, el ideólogo de izquierda Heinz Dieterich, asesor del difunto Presidente Hugo Chávez ( quien inventara la frase de “Socialismo del Siglo XXI) dice que “los días del Presidente Maduro están contados”.
Los programas sociales del “gobierno” en donde los subsidios y la ayuda directa a las clases de bajos recursos se concretaron en un “Sistema Nacional de Misiones” que se suponían debían resolver problemas como la pobreza y proveer educación y salud de calidad a los venezolanos, tuvieron un impacto catastrófico ya que desde el 2005 las misiones sociales sufrieron una contracción significativa y además algunas fueron completamente destrozadas por el virus de la corrupción y la ineficiencia. Aunque las misiones sociales fueron un éxito político (porque se logró manipular al pueblo con fines electorales) las mismas han sido realmente una catástrofe social, la bandera de las misiones ha sido poder lograr la “independencia económica e independencia del Imperialismo yanqui” y lamentablemente hoy, los venezolanos podemos decir que somos más esclavos que nunca, ya que el sueldo mínimo, menos de 8$ al mes es el más miserable de la región, vivimos en un país donde hay que hacer inmensas colas para quizás conseguir productos básicos y hay una crisis humanitaria en el sector salud sin precedentes en nuestra historia. Las actuales crisis de electricidad, medicamentos, dólares, agua son pruebas de la ineficiencia de un proyecto desvirtuado en donde somos esclavos de nuevos “Imperios” como el chino, el ruso y el “Imperio Cubano”.
La actual Asamblea Nacional, donde la mayoría es demócrata y los miembros del régimen son minoría, busca hacer un análisis profundo de temas clave como lo es la corrupción. En 17 años de socialismo, se han robado más de 300 mil millones de dólares, dejando al descubierto la gran estafa llevada a cabo como bien indica el Diputado Freddy Guevara, en donde el Gobierno se transformó “en un conjunto de delincuentes que se pusieron una boina roja para robar en nombre de los pobres”. Continua el Diputado Guevara con la siguiente afirmación: “Yo estoy seguro que esta no es solo una de las corrupciones más grandes en la historia de Venezuela y Latinoamérica, sino la más grande de todo el hemisferio occidental”
Convertir a Venezuela en un país potencia y “colaborar con la salvación de la especie humana” son los objetivos del fallido proyecto socialista de Hugo Chávez llamado “Plan de la Patria”. Las cifras hablan solas de la catástrofe de este plan:
Inflación: Aunque el Banco Central insista en esconder las cifras de la inflación se estima que la inflación anualizada en Venezuela habría superado este mes el 300%. Desempleo: El FMI proyecta un desempleo de 16,1% en el año 2016 y el número de trabajadores informales (incluyendo el nuevo trabajo denominado “bachaqueo” constituido por revendedores de productos en escasez) es de más de 8 millones de venezolanos. Índice mundial de miseria: Bloomberg sitúa a Venezuela en el primer lugar del índice mundial de miseria. Índice de competitividad mundial: Este índice mide como un país dispone de sus recursos para generar prosperidad. Venezuela ocupa el lugar 132 de 142 a nivel mundial, siendo el país de Latinoamérica con peor índice de competitividad de la región seguido por Argentina y Bolivia. Violencia: Venezuela fue ubicada por la ONU como el país más violento del mundo con una tasa de homicidios es de 53 por cada 100.000 habitantes. Pobreza: En el año 2015 PROVEA estimo que existen alrededor de 12 millones de pobres en Venezuela. Para el 2016, se prevé que la pobreza aumentará aceleradamente dejando a 18 millones de venezolanos en condición de pobreza.
Hoy en Venezuela el clamor es el revocatorio de mandato a un Presidente ilegal de desempeño, fraudulento y de nacionalidad cuestionada, cuya familia está vinculada con Narcotráfico. El fracaso de un proyecto de izquierda llamado “Socialismo del Siglo XXI” llevó a Venezuela a ser un Estado fallido al punto en que el Presidente Obama dijo hace poco: “Venezuela debe elegir cuanto antes un Gobierno legítimo, es lo mejor para todos”.
Conclusión
El socialismo en América Latina ha sido inviable, ha conducido inexorablemente al caos y la crisis. Cuba, nunca logró calidad de vida para sus ciudadanos, destruyendo a tal punto el espíritu humano de sus habitantes, que los mismos prefieren huir en balsas o a través de peligrosas rutas al país más liberal del mundo, los Estados Unidos de América. El denominador común de estos proyectos fracasados ha sido una economía estatista y centralizada de controles que solo genera miseria. Además, el socialismo tiene como característica más importante la de destruir, ignorar y coartar el incentivo, y sin incentivos las economías se paralizan y se derrumban. El Socialismo atrofia totalmente el desarrollo al punto que ni siquiera Venezuela, un país rico en recursos naturales como el petróleo, pudo conducir a sus ciudadanos al bienestar prometido, al contrario su incapacidad y torpeza para llevar a cabo su propia propuesta así como su impericia e inmadurez para rectificar y tomar las decisiones correctas para enfrentar la crisis, avizoran una pronta salida, rendición o renuncia del último “anti líder” que destrozó a Venezuela. Los líderes de la izquierda Latinoamericana no han protegido a sus pueblos, y prometiendo “equidad, legalidad y seguridad” se han esmerado en solo proteger a las cúpulas políticas minoritarias que se mantienen en el poder.
El connotado líder de la izquierda Latinoamericana Teodoro Petkoff escribió un libro donde dice que existen en la región dos izquierdas, una izquierda de avanzada y viable representada por Lula y una izquierda “borbónica que no aprende ni olvida”, que se nutre del naufragio marxista-leninista representada por Chávez y Fidel. A mi muy particular parecer, por ahora, la izquierda Latinoamericana es una gran familia, unida por sus fracasos, por la corrupción y la violación de las libertades fundamentales. Analizando la realidad creo, que solo existe una izquierda hipócrita que como bien dice Gloria Álvarez, “necesita mantener al pueblo en la ignorancia y la miseria para perpetuarse en el poder”.