Marta Colomina: Venezuela: lo peor de lo peor

Marta Colomina: Venezuela: lo peor de lo peor

thumbnailmartacolominaLa cronista siente una sana envidia al ver en Brasil una clara muestra de la separación de poderes, que es la esencia de la democracia, a diferencia del despreciable Poder Judicial en la Venezuela de Maduro, puesto al servicio del gobierno para aniquilar la autonomía del Parlamento, perseguir a la disidencia y otorgar inmunidad a la corrupción y a los múltiples delitos oficiales. El mundo observa con asombro esta semana el derrumbe del mito del ex presidente Lula da Silva, quien de la lucha contra la pobreza en su primer gobierno, devino en gigantescas chapuzas de corrupción en su segundo mandato, por las que está siendo juzgado ahora. Cientos de miles de ciudadanos tomaron las calles para protestar por el escándalo de un audio grabado por la policía, cuya emisión fue autorizada por el juez, en el que se escucha una llamada de la presidente Rousseff a Lula, en la cual le comunica su nombramiento como ministro de la Presidencia desde el que controlaría todos los resortes del poder y que le otorgaba la inmunidad para “evitar que vaya preso”. Solo el Tribunal Supremo podría juzgarle, en proceso muy complicado. El expediente sale de las manos del juez Sergio Moro, quien ha llevado el caso de la enorme corrupción de los sobornos de la empresa Odebrecht a altos ejecutivos de la petrolera Petrobras y de algunos políticos, entre ellos Lula. El ex presidente se convierte en “gestor” de los grandes contratos de la entonces gigante Odebrecht, incluidos los leoninos convenios con el Estado venezolano, con costos hasta seis veces superiores al promedio internacional, gracias a la estrecha relación entre Lula y Chávez. La publicista Mónica Moura, esposa y socia del periodista Joao Santana, hoy preso en Brasil por corrupción, hizo con él varios trabajos publicitarios para Chávez. Moura le dijo a la Policía Federal que Odebrecht utilizó fondos reservados, considerados ilegales en Brasil, para pagar parte de la campaña de 2011 de Chávez, según publica O Globo. “Los pagos se realizaron a través de la misma vía utilizada para pagar sobornos a ex directores de Petrobras y no fueron declarados ni en Brasil, ni en Venezuela. Según la Policía Federal esta ha sido la mayor investigación de corrupción de la historia de Brasil. Moura y Santana –autores de campañas como la del corazón y otros señuelos propagandísticos usados por Chávez en procesos electorales– habrían recibido 7,5 millones de dólares en sobornos. La campaña de Chávez, según Moura, habría costado 35 millones de dólares, pagada con fondos no declarados.

El gobierno de Maduro acaba de contratar a la empresa brasileña Entrelinhas, según publica la Folha de Sao Paulo, para “rescatar” su muy deteriorada imagen. Las mentiras, pagadas en dólares que Maduro le quita a la compra de medicinas y alimentos para el pueblo, ya están siendo difundidas en el monopolio mediático oficial. Está el video donde una actriz funge de mujer “humilde” que reconoce que “la cosa está muy dura” y que “hay desabastecimiento, todo está muy caro” y culpa de ello a la inexistente “guerra económica”, para luego –sigue Folha–hacer un psicodélica comparación con un “pasado” donde afirma “que no teníamos qué comer, mi mamá iba al mercado a buscar huesos para hacer sopa, y a veces hasta tuvimos que comer comida de perros”. Monstruosa mentira repetida por Chávez, a sabiendas de que la “perrarina” siempre ha sido mucho más cara que la harina PAN o el arroz, así que mal podían comerla, teniendo acceso a otros alimentos “humanos”, mucho más baratos.

Solo cuatro horas le duró la inmunidad a Lula, porque un magistrado del Tribunal Federal de Brasilia suspendió cautelarmente su nombramiento, mientras en las redes sociales se cumplía el aforismo de que “la lengua es el castigo del cuerpo”. Los brasileños le recuerdan a Lula la frase que tanto repetía cuando estaba en la presidencia: “En Brasil es así: cuando un pobre roba, va a la cárcel, cuando un rico roba, se convierte en ministro”. La Corte Suprema de Brasil ya ha recibido varias solicitudes de que siga el enjuiciamiento de Lula y la Cámara de Diputados aprobó una comisión para determinar una apertura de juicio contra Rousseff, que podría ser destituida a fines de abril o principios de mayo, en un proceso revivido estos días con la obscena “inmunidad” otorgada a Lula para evadir la acción de la justicia. La envidia de la cronista se extiende hasta la libertad de prensa y medios de comunicación cariocas, que han contribuido a develar la corrupción que ha minado importantes instituciones de Brasil. Su Parlamento ha sido solidario con la lucha de la oposición venezolana por reconquistar la democracia y liberar a los presos políticos. Un repaso al artificio chavista del ALBA y comprobaremos que en Venezuela tenemos lo peor, de lo peor: periódicos críticos cerrados por falta de papel (como El Carabobeño), o sus dueños amenazados con prisión por los tribunales rojos por documentar casos de corrupción de testaferros del poder, como El Correo del Caroní, o el acoso a El Nacional, La Patilla y Tal Cual. Sin olvidar la castrante censura en los medios audiovisuales (Correa en Ecuador también persigue a los medios).





Sin un Parlamento libre y respetado por los demás poderes, una justicia autónoma y justa, y sin libertad de expresión, no tenemos democracia, sino dictadura. Mientras el tsj siga aupando los graves delitos oficiales, el gobierno no entregará a la AN lista alguna de las empresas de maletín y “enchufados” que se apoderaron de las reservas internacionales; ni devolverán fincas y empresas confiscadas a sus legítimos dueños; ni liberarán a los presos políticos; ni castigarán a sus corruptos. Mientras en Brasil los directivos de Petrobras están enjuiciados y presos, quienes desfalcaron a Pdvsa están en embajadas o cargos en los que siguen robando. Chávez nombró ministros de la Defensa a generales acusados de narcotráfico en la lista del Departamento del Tesoro de Estados Unidos: ni uno solo de los acusados por Makled ha sido enjuiciado. El CNE ya está manipulando para retrasar el revocatorio que, de dejarlo para el próximo año, al salir del poder se quedará Aristóbulo hasta 2019.

Algo estamos haciendo mal los venezolanos que no protestamos ni estamos en las calles, y algo más deberá hacer la AN, maniatada por las inmorales prácticas del tsj. Algo distinto hay que hacer urgentemente para salir democráticamente de Maduro y del tsj, tema de una futura entrega.