El cráneo de William Shakespeare pudo acabar en manos de algún aficionado representando la famosa escena de “ser o no ser”, según se deduce de una radiografía de su tumba en la que se echa de menos su cabeza.
AFP
Los autores de un documental para la televisión británica Channel 4, en el 400º aniversario de su muerte, sostienen que el cráneo no está en la tumba y se sospecha que pudo ser robado por una apuesta en el siglo XVIII.
“La sepultura de Shakespeare muestra una extraña alteración en el lado donde debería estar su cabeza, lo que da crédito a la historia de que alguien se llevó el cráneo de Shakespeare”, dijo Kevin Colls, el arqueólogo que realizó la investigación en la iglesia de la Santa Trinidad de Stratford-upon-Avon, donde nació y fue enterrado Shakespeare (1564-1616).
“Es muy probable que el cráneo no esté en la Santa Trinidad”, insistió.
La historia del robo del cráneo fue publicada por primera vez en 1879, atribuyéndola a una apuesta un siglo antes, aproximadamente.