La decisión del gobierno de decretar los viernes como días no laborales para el sector público fue objetada por analistas y opositores que consideran que la medida será insuficiente para atender la crisis del sistema eléctrico que enfrenta el riesgo de colapso ante la fuerte sequía que padece la represa que alimenta la mayor central hidroeléctrica del país.
El ingeniero José Aguilar, consultor internacional de sistemas eléctricos, afirmó que la decisión del gobierno de decretar los viernes como día no laborable en el sector público “no tiene el suficiente poder correctivo”, y sostuvo que la medida es “demasiado tardía” para atender la difícil situación del embalse del Guri.
Aguilar dijo a The Associated Press que existe el riesgo que el consumo eléctrico que se ahorre en las empresas públicas se traslade al sector residencial cuando los empleados públicos se queden en sus casas, lo que podría elevar la demanda en ese sector y agravar la crisis.
El presidente Nicolás Maduro anunció la noche del miércoles que a partir de esa semana comenzará a regir un decreto especial que reduce a cuatro días la semana laboral de los empleados públicos, decisión que se extenderá por dos meses.
El nivel de agua del Guri está 3,66 metros arriba de la cota de riesgo, que es de 240 metros sobre el nivel del mar, que de alcanzarse podría obligar a las autoridades a paralizar a algunas unidades de la hidroeléctrica y generar un apagón en algunos de los 24 estados del país.
Aguilar explicó de llegar la cota de agua del Guri a 240 metros sobre el nivel del mar se tendría que paralizar “ocho unidades” de la hidroeléctrica, tal como han reconocido las autoridades. La central quedaría con un estimado de “diez unidades” en operación que generarían “3 mil megavatios” lo que implicaría una restricción energética sin precedentes en el país, precisó el analista.
“Eso equivale a cortarle la energía que consumen diez estados. Venezuela tendría racionamientos permanentes las 24 horas del día”, agregó.
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