Entre catorce y diez días tienen once personas detenidas en Apoyo Aéreo, destacamento de la Guardia Nacional Bolivariana, GNB, ubicado a un lado del Aeropuerto Internacional Jacinto Lara. Los mismos permanecen allí por el caso de la “narcoavioneta” detenida en República Dominicana con un alijo de droga y que había salido de Barquisimeto.
Al menos ocho personas están detenidos en una celda, otros los tienen esposados por el área de casino.
Los familiares de los detenidos llegan a la avenida Vicente Landaeta Gil, en horas de mediodía para entregar la comida y allí se quedan hasta las 6 de la tarde con la esperanza de ver a sus seres queridos. Algunos no quieren figurar ante la palestra pública, temen por sus familiares detenidos, pero aseguran que son inocentes y que esto se trata de un caso “político”, en donde están involucrando a personas que no tienen que ver en ese hecho delictivo.
Comenta que su situación se ha convertido en un calvario, jamás pensaron pasar por ello. Asegura que son maltratados por los efectivos porque no le dan información alguna de los suyos. Ahora están haciendo un sacrificio grande por la comida diaria que deben traer.
Cansados de no saber de ellos el pasado domingo 3 de abril, se reunieron y amenazaron a los funcionarios de la Guardia Nacional con obstaculizar la calle, para protestar, pero en vista de las presiones dejaron que vieran a sus familiares por corto tiempo.
No van a callar
Familiares de los funcionarios, el sargento superior Franklin Pérez Peña (50), el sargento mayor Onésimo Romero Hernández (34) y el sargento primero Roberto Sivira Fernández (25), fueron los primeros castrenses detenidos del caso. Sus hermanos, esposas y hijas son las que han dado la cara, dicen que no permitirán que sus nombres sean manchados.
Amanda Pastora de Pérez, comenta que su esposo Pérez Peña, tiene 32 años trabajando, cuatro años preparándose y 28 años de servicios, de los cuales tenía 6 años en el Comando Antidrogas en Caracas y llevaba un año en Lara, con una conducta intachable, descrito como un hombre correcto. La esposa comenta que ella y sus hijas se ganan la vida en áreas de mantenimiento, con el sueldo de su esposo lograron pagar una casa al este de la ciudad, pero no se trata de una quinta, la misma está ubicada en el sector La Rinconada, en El Cercado.
Es una calle de tierra está la casita, es de bloques, tiene cuatro cuartos, en donde reside Pérez Peña con su esposa, 4 hijos, tres nietos y un muchacho especial al que están criando. La misma no es propia, pero se está pagando porque fue concedida desde hace más de diez años con opción a compra, explica Karen Pérez, una de las hijas del sargento superior.
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