Cuando analizamos la compleja situación de escasez que afecta a la familia Venezolana nos encontramos que la misma no se justifica al analizar los volúmenes de las importaciones realizadas en los últimos 8 meses por CASA; organismo que realiza las compras aprobadas por el gobierno, con dólares a tasa de Bs. 10 por Dólar desde Enero 2016 y a Bs. 6.30 durante el año 2015, los cuales, les han sido suministrados por CENCOEX, organismo público responsable en la asignación de las divisas.
Nota de prensa
Es importante resaltar que CASA es la Corporación de Alimentos S.A. encargada de casi todas las importaciones de materia prima o productos semi procesados o procesados que se importan, bien sea, para las empresas PUBLICAS O PRIVADAS productoras de ALIMENTOS. Sustituyendo a buena parte de las empresas en su capacidad de importar directamente de sus proveedores internacionales tradicionales.
Cuando evaluamos el volumen de compra de alimentos en relación a los dólares otorgados en los últimos 8 meses, lo que hemos estimado por encima de los 2.000 millones de dólares o sea un promedio de más 250 millones de dólares mensuales que fueron autorizados para importaciones de: Maíz, Trigo, Carne, Leche, Pollos, Azúcar, Café, Soya, Arroz, Caraotas, entre otros alimentos esenciales.
Consideramos que las cantidades importadas, según nuestras estimaciones, alcanzaban para cubrir entre el 35% y el 45% del consumo nacional en el mismo periodo de tiempo en que se realizaron las citadas importaciones y se le otorgaron los dólares preferenciales. Al sumarlo a la producción nacional obtenida en el mismo periodo de tiempo nos permite estimar que estas cantidades eran suficientes para cubrir entre el 60% y 75% de al menos los alimentos de mayor demanda del total del consumo nacional.
Lamentablemente desde el mes de Agosto 2015 hasta el mes de Marzo 2016, en ese lapso de 8 meses, la escasez supero el 65% y en algunos productos alcanzo el 80%; al comparar las importaciones realizadas por el gobierno a través de CASA con dólares preferenciales de CENCOEX y sumar los montos de la producción nacional obtenida de los gremios empresariales nacionales nos permite indicar que hay una diferencia preocupante entre las cantidades de los alimentos importados y el agregado de los producidos en el país que nos da la triste realidad observada en los niveles de escasez. Apreciamos que nunca deberíamos haber tenido una escasez mayor al 40%. A toda luz, hay una significativa incoherencia.
Esta situación merece ser analizadas por los organismos responsables que manejan las importaciones y producción de alimentos. Ya que los análisis nos indican que buena parte de los alimentos están sosteniendo el contrabando de extracción entre el 25% y 35% del total de los importados y un 20% de los producidos en el país; es evidente que esta complejidad es el resultado de la política de precios regulados y subsidiados donde los precios de venta tienen un valor que oscila entre el 10% y 30% del precio internacional de esos alimentos.
Consideramos que la red pública nacional responsable de la distribución y venta de los alimentos regulados tiene un grave problema que no ha sido posible resolver ante el continuo y creciente contrabando de extracción, lo que demuestra que mientras haya tales diferenciales entre los precios de los alimentos importados o producidos en el país y la de las comunidades fronterizas los consumidores vecinos siempre se las ARREGLAN para obtener estos a precios tan baratos.
Para los venezolanos la creciente escasez se convierte en tragedia, al vernos obligados a adquirir casi todo los alimentos que necesitamos en la reventa con precios de hasta 10 veces el regulado. Esto nos indica que la política pública hegemónica de controles aplicada por el gobierno es la responsable de nuestra TRAGEDIA para ALIMENTARNOS, al observar con tristeza y angustia como pagamos las consecuencias del CONTRABANDO de EXTRACCION con ESCASEZ y de la REVENTA de ALIMENTOS con INFLACION. Al pagar los altos precios que existen en esta agresiva y creciente actividad, limitando gravemente nuestra capacidad de consumo y calidad de vida.
Todo lo señalado nos demuestra que solo permitiendo la sinceración de precios de los productos producidos en el país para hacerlos rentables permitiría aumentar la producción; y que a pesar de los ajustes, estamos seguros van a estar estos precios por debajo de los que pagamos en la reventa. Y lo más importante disminuirá los índices de escasez.
Para las familias de menores ingresos que estimamos están por encima de los 2 millones y son los que obtienen ingresos por debajo de la mitad del costo de la canasta alimentaria, se les otorgaría un aporte económico vía tarjeta de consumo para mejorar su poder adquisitivo. Estas decisiones le corresponden ser tomadas por el gobierno, lo contrario es seguir desmejorando nuestros niveles de escasez y aumentando el costo de vida.