El Gobierno de Venezuela mantiene este año como meta de exportación de productos no petroleros los 7.000 millones de dólares que captó en 2006, monto récord nacional, dijo hoy el ministro de Comercio Exterior e Inversión Extranjera, Jesús Faría.
EFE
“El récord histórico son 7.000 millones de dólares y nosotros mantenemos esa meta; es ambiciosa”, pero “hay una extraordinaria armonía entre el Estado, las empresas estatales y los empresarios privados en función de que entre todos podamos” conseguirla, declaró Faría un programa de entrevistas dominicales del canal Televen.
A diferencia de 2006, esta vez el precio del petróleo, principal fuente de divisas de Venezuela, registra bajos históricos.
Las exportaciones diarias de 2,5 millones de barriles de crudo proporcionaban el 96 % de las divisas que entraban en Venezuela, pero “eso se derrumbó en el último año y medio en un 70 %” debido a la caída mundial de los precios del petróleo, remarcó Faría.
“No se trata de generar una respuesta para esta coyuntura, sino de transformar” la economía para que ya no dependa de las divisas de la venta del petróleo, como ha sucedido durante un siglo, sino que el país genere, sostuvo, “capacidades productivas que desarrollen procesos de industrialización” para poder exportar otros productos.
La reducida capacidad de recursos para importar bienes de capital que apuntalen la producción nacional y la baja disponibilidad de materia prima interna que genera las empresas básicas son “dos cosas que atentan contra esa meta”, admitió el ministro.
Mientras se resuelven esos dos problemas, destacó que el Gobierno ha efectuado cambios en beneficio de los exportadores al punto de que “en este momento difícilmente en Venezuela exista un negocio legal más lucrativo que exportar”.
“Hemos logrado simplificar el 60 % de todos los trámites administrativos y burocráticos, fuente de retrasos y corrupción”, y a la par se dictaron políticas “de estímulos”, entre ellas normas cambiarias con “una tasa de cambio altamente competitiva” que dejan “ganancias importantes” a los exportadores, remarcó.
Faría descartó que para apuntar las exportaciones no petroleras el Gobierno vaya a anular las “grandes conquistas” laborales y salariales o propiciar otras formas de “desinversión social”.
Sin este tipo de cambios en perjuicio de los trabajadores se logrará, vaticinó, incrementar una oferta exportable no petrolera hasta ahora limitada a algunas frutas, camarones, derivados del plástico, productos procesados del hierro y bebidas alcohólicas.
Faría anunció por primera vez el 23 de febrero pasado la meta de los 7.000 millones de dólares, luego de que el presidente del país, Nicolás Maduro, aprobara un tipo de cambio beneficioso para el sector exportador y anulara los permisos especiales para exportar.
Maduro decretó en enero la emergencia económica durante 60 días y la prorrogó en marzo por un período idéntico, para encarar las secuelas del desplome de los precios del crudo y la “guerra económica” que dice le declaró la oposición y “una minoría” de empresarios privados para intentar dar al traste con su gestión.
Sobre la inversión extranjera, Faría no reveló las expectativas gubernamentales aunque destacó que empresas de más de un centenar de países han expresado su interés en el llamado “Arco Minero del Orinoco”, una zona rica en oro, coltán, diamantes, hierro y bauxita.
El “Arco Minero” ocupa un área de 111.000 kilómetros cuadrados situada al sur del río Orinoco que divide en dos a Venezuela.
El viceministro de Minas, Richard Lozada, dijo el mismo 23 de febrero que está pendiente de certificación internacional una “reserva por 33 millones de quilates” y una potencialidad en diamantes “que permite hablar de miles de millones de quilates”.
Los cálculos oficiales contabilizan también 14.000 millones de toneladas de hierro, 2.000 millones de toneladas de bauxita y una potencialidad en coltán valoradas en más de 100.000 millones de dólares.
Las reservas de oro de Venezuela, según Lozada, suman 4.000 toneladas, “pero podrían incorporarse 7.000 toneladas que equivalen a mucho más de 200.000 millones de dólares”, monto que el ministro de Petróleo, Eulogio Del Pino, elevó este mes a 280.000 millones de dólares “con una explotación potencial de hasta 70 años”.