El administrativo imputado en el juicio por filtración de documentos en el Vaticano, Nicola Maio, negó hoy haber robado información reservada y declaró que la ex relaciones públicas Francesca Chaouqui tenía cierta “influencia” sobre el sacerdote español Lucio Ángel Vallejo Balda.
La audiencia del proceso conocido como “Vatileaks2” continuó hoy con el interrogatorio al que fue el secretario ejecutivo de la extinta comisión investigadora de los organismos económicos y administrativos de la Santa Sede (COSEA) a quien se acusa de haber creado un grupo junto a los otros dos imputados, Vallejo y Chaouqui, dedicado a la filtración de información a los otros dos periodistas imputados Gianluigi Nuzzi y Emiliano Fittipaldi.
Durante el interrogatorio, el promotor de Justicia (fiscal), Gian Piero Milano, insistió sobre la capacidad de Maio di manejar documentación reservada y de entregarla a su superior el secretario de COSEA, Vallejo Balda, a lo que Maio siempre aseguró que él hacía lo que le ordenaban sus superiores.
“¿Por qué me iba a negar a dar un documento a uno de mis superiores”, objetó en varias ocasiones el imputado a la pregunta sobre si había entregado actas a Vallejo.
Asimismo, Maio hizo hincapié en que él sabía que “Vallejo tenía mucha credibilidad ante el Santo Padre” y por ello no podía más que acceder a sus peticiones.
“Mi cadena de mando era el Santo Padre-Vallejo y yo, ¿cómo me iba a negar?”, respondió Maio al fiscal vaticano cuando se le preguntó sobre la entrega de documentos sobre las finanzas vaticanas.
A pregunta del fiscal, también admitió que a veces se encontraba en una especie de “presión psicológica” ya que “sabía que se estaba construyendo la historia de la Iglesia”, agregó.
Maio aseguró en diversas ocasiones que todos los documentos que él pasó “se hicieron de manera legal y a personas licitas” y negó contundentemente que esta información se utilizase “con objetivos ilegales”.
Negó reiteradamente haber sustraído documentación o haber recibido presiones de Chaouqui para hacerlo y aseguró que nunca había visto antes a los periodistas, de los que dijo encontró por primera vez este Tribunal.
Sobre la relación entre Chaouqui y Vallejo Balda, el secretario explicó que incluso durante un periodo “les aconsejó cautela” ya que la relaciones públicas “le había implicado demasiado en su vida personal”.
Afirmó que la exrelaciones públicas ejercía una importante influencia sobre el sacerdote español.
Otro de los pasajes del interrogatorio se centró sobre el porqué Maio decidió entregar su dimisión el 15 de diciembre de 2014, a pesar de que aún le habían pedido continuar con el trabajo en la ya extinta COSEA.
Maio puntualizó que los motivos por los que dimitió no estaban relacionados con los hechos que se juzgan en este juicio, pero admitió que no se sentía cómodo con algunas actividades paralelas que Chaouqui y Vallejo Balda habían comenzado.
En detalle, Maio citó que Vallejo y Chaouqui le habían propuesto participar en la promoción de organismos españoles como la Asociación Mensajeros de Paz y la Fundación para la Restauración y Gestión del Patrimonio Eclesiástico Santa María del Camino y otra organización española-rusa relacionada con la devoción de San Nicolás.
“Había una actividad paralela al Vaticano que me parecía algo impropio para personas que se habían ocupado de las finanzas vaticanas”, expresó Maio.
El proceso continuará el próximo miércoles cuando está previsto el último interrogatorio de los cinco imputados, el del periodista autor del libro Avarizia, Gian Luigi Nuzzi. EFE