Ojalá la investigación ordenada por Maduro sobre venezolanos que aparecen en los papeles de Panamá no termine como la Ley Habilitante que solicitó para luchar contra la corrupción: en nada.
Hasta ahora, el trabajo realizado por un grupo de periodistas de mas de cien medios de todo el mundo, incluyendo Venezuela, ha destapado una decena de casos de corrupción relacionados con altos funcionarios y contratistas del gobierno como Adrián Velásquez alias Guarapiche, ex seguridad de Chávez y de su esposa Claudia Díaz Guillén, la enfermera presidencial que llegó a tesorera nacional; Pedro Torres Ciliberto, Gonzalo Tirado Yépez y los hermanos Castillo Bozo, protagonistas de la macro estafa bancaria de 2009; el banquero peruano Francisco Pardo y sus cómplices en el régimen cubano en el fraude contra el sistema de identificación venezolano; el importador de equipos militares y alimentos Desiré Obadía Medionies y sus negocios con el general Alcides Rondón y funcionarios de CASA; las cuentas del general Víctor Cruz Weffer, jefe del Plan Bolívar 2000 y Fondur; de Eudomario Carruyo ex vicepresidente de finanzas de Pdvsa y director de Citgo y del ex auditor de Pdvsa Jesús Villanueva Rojas, para comenzar.
Según los periodistas venezolanos que adelantan el tema, aún quedarían unos 50 nombres más por develar, entre exfuncionarios, políticos, banqueros y empresarios, enriquecidos grotescamente bajo el régimen chavista.
Casi todos los casos destapados hasta ahora ratifican denuncias sobre el uso de empresas de maletín para lavar fondos, como los $25 mil millones del SITME,o los más de $130 mil millones defraudados a través de Cadivi, o el caso de Banca Privada de Andorra, donde funcionarios, operadores y contratistas relacionados con Pdvsa se apropiaron de mas de $2 mil millones.
Los Papeles de Panamá han descubierto que uno de los bufetes que creó las compañias para los funcionarios venezolanos fue preciamente Mossack y Fonseca, sin embargo, en El Gran Saqueo denunciamos otros despachos.
Las revelaciones de los llamados Papeles de Panamá ha sacudido al mundo. Muchos gobiernos han reaccionado iniciando investigaciones. Desde EEUU hasta El Salvador y en varios países de Europa, los organismos fiscales y judiciales están estudiando los casos denunciados para precisar el tipo de delito cometido por los dueños de las empresas registradas a través del bufete panameño. Ya cayó un gobierno, el de Islandia, y el británico se tambalea por una cuenta offshore del padre del primer ministro.
Mientras tanto, en Venezuela, a pesar de las graves denuncias sobre las empresas de maletín y otras irregularidades detalladas en los libros Estado Delincuente (2013) y El Gran Saqueo (2015) que involucran a altos ex funcionarios del gobierno, contratistas y empresarios allegados al régimen, la Fiscalía no había iniciado ninguna investigación.
Recién ahora, a raíz del escándalo global de los Papeles de Panamá, el Ministerio Público declara que está “evaluando” congelar cuentas y detener a mencionados en el caso. Ojalá que no se trate de otro pretexto para criminalizar a dirigentes de la oposición y exonerar, con mas impunidad, a los cercanos al régimen.
Los Papeles de Panamá son una gran contribución a la labor de recuperación de los fondos robados al país emprendida desde la Comisión de Contraloría de la Asamblea Nacional. Destaparon algunos de los rastros a seguir para encontrar los dólares robados a Venezuela. Las investigaciones deben llegar a sus últimas consecuencias, caiga quien caiga.