Cada rincón de Venezuela, cada ciudadano pide a gritos, cambio. Y el cambio solo es posible revocando a este gobierno incapaz e ineficiente, que no se relaciona con la realidad del venezolano. El cambio pasa por reconocernos como similares, cosa que los enchufados se han negado a hacer. Ellos no saben de necesidades. De hacer colas interminables para comprar comida, de ir de farmacia en farmacia buscando un medicamento o de tener que hacer un tour por los hospitales y clínicas buscando atención médica. Así como tampoco saben lo que es perder a un familiar en manos del hampa, por eso esta realidad tiene que cambiar y somos nosotros los que tenemos que dar un paso al frente.
El gobierno tiene miedo a contarse, porque saben que el pueblo le dará su voto rotundo al “Sí” queremos revocarlo. Nicolás Maduro no ha hecho más que agravar la situación precaria que vivimos en todas las áreas de nuestra Venezuela, y es por eso hemos recorrido el país demostrándole a la gente que él no sirve como presidente. Nadie puede aferrarse al fracaso ni a la miseria. Lo que no sirve se bota, se cambia, se sustituye. ¡Se revoca!
Mientras el CNE juega a poner obstáculos desde la MUD hemos sumado nuevas voluntades, hoy somos más los venezolanos que queremos cambio y que sabemos cuál es la verdadera realidad que se vive en el país. Inclusive somos más, que los que votamos por el futuro y el progreso, el pasado 6 de diciembre en las elecciones parlamentarias. Somos más de lo que ellos mismos creen y están dispuestos a aceptar, por eso tienen miedo y les tiemblan las rodillas cuando escuchan la voz del pueblo, que les pide que entreguen al país y nos dejen trabajar a nosotros.
La esperanza está a flor de piel, muy a pesar del pesimismo que el gobierno quiere imponer con sus artimañas, demostrando lo desviado que puede ser el poder en sus manos. Nicolás, no importa que pongas al CNE y al TSJ en nuestra contra, con eso no haces más que dejar al descubierto tus costuras. Nosotros seguimos avanzando y la Constitución nos ampara, no descansaremos hasta hacerla cumplir.
Has querido desconocer el poder de la nuestra Asamblea Nacional. Sí, ‘nuestra’, porque después de mucho tiempo tenemos de nuevo un parlamento al servicio de su gente y de cara a sus necesidades, ya se acabó el brazo ejecutor de tu gobierno visceral e incompetente. No solo desconocen la autoridad de los diputados al rechazar las nuevas leyes, ahora pretenden desviar la atención de los ciudadanos con la propuesta de reducirles el tiempo a los diputados, pero no lo van a lograr.
Por eso, si nos pidieran un consejo, como venezolano yo le sugeriría a Nicolás y su combo que acepten su realidad. Asuman su barranco, como dicen en el barrio. El pueblo no los quiere, los venezolanos están contando los días para cambiarlos por una mejor opción, por un futuro mejor y una nueva vida. Señora, Tibisay Lucena, tenga la decencia de hacer su trabajo como lo impone la ley y permita que la voz del pueblo se escuche con fuerza y sin miedo. No se desgaste inventando estrategias trasnochadas, porque nosotros estamos dispuestos a cumplir con cada uno de los requisitos que nos pongan con el fin de hacer cumplir nuestro sueño. Lo único que falta es que nos pidan llevar las firmas parados de manos, pero si ese fuera el caso, créanos señora Lucena, que lo haremos.
Nada desviará nuestras intenciones de ofrecer un futuro mejor a Venezuela, de cambiar la vida de nuestra gente y brindarles calidad, progreso y oportunidades. Nada podrá sacarle de la mente a los venezolanos que su mejor opción es cambiar de gobierno. Ya el camino está labrado y todos conducen al Revocatorio. El cambio es indetenible y ustedes así lo saben. Dejen de poner trabas y de complicar el proceso, porque hagan lo que hagan el ¡Revocatorio VA!