Que el mundo sepa que Venezuela se muere de hambre. Que millones de chavistas y opositores están haciendo una sola comida gracias a las políticas de hambre de Nicolás Maduro. El gobierno revolucionario acabo con el vaso de leche escolar, acabo con los comedores populares, acabo con los Mercales, desmantelo los abastos Bicentenarios y no tiene dólares para importar comida, lo que obliga al pueblo a comer lo que consiga.
Esto es más que suficiente para salir de los hambreadores del gobierno. Por menos que esto ha salido el pueblo a derrocar presidentes y darles una lección para que no sigan jugando con el hambre de niños, adultos y viejitos.
Es lastimoso como millones de venezolanos se desgastan en largas colas para no conseguir nada, muchas veces hacen gala del síndrome de la oveja obediente ya que se quedan parados en un abasto sin saber lo que va a llegar de comida.
No es el momento para perderlo en colas innecesarias, es el momento de traducir ese descontento que producen las estériles colas para movilizarnos hasta el Ministerio de Alimentación exigir la renuncia del Ministro de esa cartera, marchar por las ollas vacías, protestar en cada cola y responsabilizar a Maduro por el hambre del pueblo.
No podemos seguir actuando como ovejas domesticadas, porque mientras el gobierno tenga al pueblo ocupado buscando comida ellos no saldrán del poder. La única manera de acabar con el hambre es acabando con Maduro. Todo el mundo sabe que el socialismo instauro la necesidad alimentaria como su bandera, el socialismo destruyo todos los países que se rindieron a sus pies y nunca tuvo la culpa de nada, siempre son otros los culpable.
El hambre y la falta de alimentos será el detonante que genere la derrota final del socialismo del siglo XXI, ya quedo claro que el trueque no es el mejor sistema económico, que ese invento del Difunto de Sabaneta fue una locura, seguir pensando tan miserablemente solo trae atraso para el país y no le resolverá los problemas a los más humildes y dejara a los que tenían poder adquisitivo en la ruina.
Queda claro que si los barrios no salen a quitar a Maduro del poder, él los matara de hambre, basta de tanta indolencia, todos somos los mendigos de Nicolás, el nos llevo a la pobreza y se alegra de eso.
Ahora le toca al pueblo darle la estocada final, utilizar la espada de Damocles para derrotarlos, enjuiciarlos y demostrarle que con el pueblo no se juega.