El Dr. Henry Ramos Allup, presentó un balance de los primeros 100 días de acción legislativa de la nueva Asamblea Nacional democrática, con los siguientes resultados: en 31 sesiones se han sancionado 5 leyes, aprobado 8 en primera discusión, admitido 8 propuestas, se han realizado 23 debates sobre asuntos de interés nacional, se han aprobado 30 acuerdos políticos y se han instalado 3 comisiones mixtas y 6 especiales. Las leyes aprobadas formaban parte de la oferta electoral de la MUD: Ley del BCV, Tickets de alimentación y medicinas para jubilados, Ley de Amnistía, Propiedad para beneficiarios de la Misión Vivienda y TSJ.
Este balance es necesario para salir al paso a una crítica feroz y desconsiderada a la nueva mayoría democrática, por sectores que consideran que el trabajo realizado hasta ahora es decepcionante en virtud de que lo realizado no logra facilitar una salida política e institucional a la crisis del país, que no es otra que abortar la presidencia de Nicolás Maduro.
Los que piensan que la Asamblea Nacional debió inmediatamente a la sesión de instalación pasar directamente a la presentación y aprobación del mecanismo constitucional para salir de Maduro carecen de todo principio de realidad. No contemplar que el chavismo cuando cambio la composición de Magistrados del TSJ, a finales del 2015, ya se preparó para esa contingencia, ignorar además la fuerza que todavía el chavismo puede conservar en las FF.AA. en los grupos colectivos fuertemente armados y hasta en el chavismo de a pie es una invitación a retomar atajos que fracasaron en el pasado.
La victoria del 6D nos dio una mayoría electoral, pero además necesitamos una mayoría política, que es a lo que se ha dedicado a lograr el trabajo de la Nueva Asamblea Nacional, la aprobación de la ley de Cesta Tickets para pensionados y jubilados, así como la de propiedad para la Misión vivienda, permite morder vorazmente en la base social del chavismo y ponerlo en contra de una agenda social para lo cual no tienen ninguna posibilidad de oponerse con éxito –más allá de la estulticia del dogmatismo ideológico- dada la vastedad y brutalidad de la crisis general del país.
También estos tres meses han permitido desplegar un trabajo de base de los diputados en sus regiones de un mayor calado que la campaña electoral, posicionando y dando profundidad a este nuevo liderazgo político democrático en buena parte bisoño. El país ha visto en directo como se han abiertos algunas ventanas en pro de la libertad de información y expresión que ha obligado al gobierno a yugular aun con mayor brutalidad a los medios de comunicación. Se han visto como desde la Asamblea Nacional en los debates se ha puesto en evidencia para todos los venezolanos que las crisis de la escasez de alimentos y medicinas, suministro de agua y electricidad es el producto de la incompetencia y corrupción de un oficialismo que secuestro para beneficio propio los recursos del país.
La respuesta del régimen ha sido plantear de manera abierta el conflicto de poderes usando al tsj como el dique de contención a la voluntad de cambio que se manifiesta en el 92% de los venezolanos, anunciando su disposición de declarar inconstitucional cualquier iniciativa legislativa que se quiera activar: el revocatorio, la enmienda, la constituyente, etc., para ponerle fin al régimen.
Visto así las cosas el balance provisional sobre la actuación de la Asamblea Nacional es positivo. Pero debe complementarse con una acción política que corresponde a los partidos agrupados en la MUD. Esta es la clave para deshacer el nudo político institucional que plantea el bloqueo antidemocrático del tsj. Precisamente porque derrotar al régimen chavista-castrista-madurista es un asunto político, no legislativo ni jurídico, ese nudo gordiano se rompe con la política unitaria de los partidos que logre consolidar a esa mayoría política que aparece en todas las encuesta solicitando la salida de Maduro. Sólo la manifestación masiva de esa voluntad dirigida coordinada por la voluntad política de los partidos logrará el objetivo deseado, que es ponerle fin a este régimen e iniciar la reconstrucción institucional democrática y retomar la senda del desarrollo económico.
Pedro Vicente Castro Guillen @pedrovcastrog