Las instituciones adscritas a la Asociación de Clínicas de Ciudad Guayana (Asocligua) no recibieron notificación previa del severo plan de racionamiento eléctrico en todo el país, publicado por la Corporación Eléctrica Nacional (Corpoelec) este viernes en la mañana, para mitigar el continuo descenso del embalse de la principal central hidroeléctrica del país, Guri, que está a escasos dos metros de su zona de colapso, publica Correo del Caroní
Sobre la marcha se tomó por costumbre al racionamiento que se venía aplicando sin comunicaciones oficiales, clínicas y zonas urbanas desarrollaron cierta contingencia para apagones que se limitaron a bloques de 12:00 del mediodía a 2:00 de la tarde, o de 4:00 a 6:00 de la tarde, sin que Corpoelec informara de los horarios.
Franalex Laprea, director del Centro Clínico Familia y miembro de la directiva de Asocligua, indicó que ya se habían adaptado a la programación del último horario mencionado, durante el último mes, solucionando la contingencia con la planta eléctrica de 230 KVA que tienen operativa tanto en esta como en 20 de las 22 adscritas al gremio.
El suministro eléctrico autogenerado está garantizado para atender cirugías en quirófano, salas de terapia intensiva neonatal, infantil y adulto, área de emergencias, así como la iluminación total de la clínica e incluso los ascensores (en el caso de la clínica Familia). Sin embargo, el área de hospitalización carecerá de aire acondicionado ahora durante cuatro horas, cada día.
Vía Twitter, el ministro Motta Domínguez indicó que los hospitales no formarán parte del racionamiento, aunque en el cronograma presentado al estado Bolívar sí se incluyen varios ambulatorios de salud, el hospital Ruiz y Páez y el Hospital Militar de Ciudad Bolívar, al igual que el Hospital Militar de Puerto Ordaz, en el bloque E de la entidad. Autoridades regionales de Corpoelec aseveraron no tener autorización de declarar y esclarecer dudas sobre el tema.
Falta combustible
En la reunión más reciente de la junta directiva de Asocligua, los miembros expresaron su preocupación para adquirir gasoil o diesel, el combustible utilizado para que las plantas eléctricas funcionen.
Laprea explicó que antes lo adquirían directamente con Petróleos de Venezuela (Pdvsa), pero el poco uso de la misma hacía que las compras de gasoil fueran mínimas. Hace aproximadamente dos años “Pdvsa dijo que teníamos que hacer un contrato y nos pidió un papeleo, una serie de muchos documentos que nos parecen absurdos”, como consignar la copia de la cédula de todos los socios de la clínica, entre otros tantos, para poder ser abastecidos del combustible, que tampoco pueden obtener en estaciones de servicio.
Optaron por comprarlo en el mercado negro, “porque ni nos imaginábamos que esto iba a ocurrir, que necesitaríamos usar las plantas a diario y ahora por cuatro horas”.
Laprea indicó que un barril de 200 litros de gasoil se puede comprar en lo que denominó garimpeiros del gasoil, en Bs. 7 mil. Esto se traduce en Bs. 35 por litro, mientras que el precio oficial del rubro permanece anclado a Bs. 0,048 por parte del Estado, toda vez que el presidente Nicolás Maduro solo aumentó los precios de la gasolina de 91 y 95 octanos, para no afectar al transporte de carga que se abastece de diesel.
Durante el uso diario de la planta eléctrica por dos horas, la planta eléctrica de la clínica Familia utiliza un promedio de 20 litros de gasoil diario, por lo que habría que reemplazar el barril de 200 litros tres veces al mes: Bs. 21 mil en combustible. La suma se duplica ahora que deben autogenerar por cuatro horas diarias: 40 litros de diesel diario, Bs. 42 mil en combustible. A precio oficial serían Bs. 57,6, cifra diametralmente inferior, a la que no pueden acceder por burocracia.
A los nuevos costos operativos se suma la necesidad de presencia constante de personal especializado en las plantas eléctricas, por tratarse de un centro de salud, para estar preparados y responder a cualquier falla de un equipo que pasa de utilizarse eventualmente a trabajar cuatro horas diarias, al menos, durante los próximos 40 días, de acuerdo con el anuncio del ministro de Energía Eléctrica, Luis Motta Domínguez.
Riesgos
“Siempre hay riesgos. A nosotros la planta nos permite poner a funcionar los ascensores, pero recomendamos no usarlos para evitar cualquier riesgo”, prosiguió Laprea.
“Siempre está el miedo de que (la planta) falle en el peor momento”, admitió, aunque afirma que el equipo autogenerador está nuevo. Mientras se acostumbraron al racionamiento eléctrico de 4:00 a 6:00 de la tarde, trataron en lo posible de no hacer cirugías durante el periodo, pero con el nuevo plan que realiza cortes a distintas horas cada día, “es imposible, es imposible que nosotros reorganicemos el esquema” de operaciones en quirófano.
El doctor Laprea insistió que “nuestra preocupación principal es el gasoil. No creemos que haya suficiente producción para abastecer todas las plantas que ahora tienen que ponerse en marcha, no solo en la salud sino en todos los sectores” de la economía que se ven prácticamente paralizados por el racionamiento eléctrico, cuyo eufemismo estatal es “plan de administración de cargas”.