La diputada a la Asamblea Nacional, Dignora Hernández aseguró que el gobierno liderizado hoy por Nicolás Maduro después de tanto ensayo y error no logró darle repuestas al pueblo, porque se lo tragó la crisis. De la misma manera que resaltó “el descaro que han mantenido es exhibir el sistema de distribución de alimentos casa por casa implementado en otros estados como ejemplo de pomposa gerencia pública”.
Hernández destacó que el gobierno se la pasa “vanagloriándose haber incrementado el número de beneficiarios de la bolsas de comida, esto no es más que una lectura distorsionada de la realidad social, que pretende su implementación a nivel nacional, lo cierto es que ese incremento es motivado a lo limitado del acceso a los alimentos en nuestro país y el aumento de la pobreza, el cual alcanzó números críticos”.
La también dirigente de Cuentas Claras indicó que en Venezuela hay colas para todo, menos para morirse por hambre, por falta de medicamentos o en manos del hampa “esto último no hay que buscarlo, cuando menos te los esperas, sin hacer colas; te llega. Nadie esta excepto, todos los caídos se han convertido lamentablemente en un número, es una estadística más para los llamados revolucionarios”.
La encuesta sobre Análisis de Condiciones de Vida de la Población Venezolana 2014 -2015 realizada por la Universidad Católica Andrés Bello, la Universidad Central de Venezuela y la Universidad Simón Bolívar conjuntamente con la fundación BENGOA advertía ya para el 2015 que la compra de alimentos de la familia venezolana se concentraba en calorías más económicas, en perjuicio de la calidad de la alimentación. Respecto a la pobreza, señalaba el estudio que el 73 por ciento de los hogares venezolanos presentaban pobreza de ingresos, advirtiendo que ante la ausencia de políticas sociales para enfrentar la situación ésta comenzaba a convertirse en una crisis de empobrecimiento estructural.
“No se equivocaron los académicos cuando advirtieron que si no se implementaba una política de protección, el 2016 no sería un año de recuperación económica, contrario a ello, la crisis de ingresos seguiría creciendo. Llego el 2016 y aquí estamos, padeciendo, sobreviviendo”, dijo la parlamentaria.
Para la legisladora de la Unidad, es necesario erradicar la práctica de entregar la administración de los programas sociales a factores políticos afectos al gobierno. En el país existen suficientes referentes morales que pueden ser llamados a fin de que garanticen el equilibrio con el que se distribuyen los escasos alimentos que llegan.
Dignora Hernández insistió en que “la democracia participativa y protagónica no es exclusiva para los afectos del PSUV, es un derecho de todos los ciudadanos y así lo establece el artículo lo 62 de la Constitución Nacional cuando señala que los ciudadanos ‘…tienen el derecho de participar libremente en los asuntos públicos, directamente o por medio de sus representantes elegidos o elegidas…es obligación del Estado facilitar la generación de las condiciones más favorables para su práctica’, aquí no caben interpretaciones de magistrados con antecedentes turbios o carencias de currículum. La bolsa de comida no es un favor, el gobierno tiene la obligación de proporcionar el acceso a los requerimientos nutricionales básicos al pueblo al menos para vivir, sino pueden hacerlo declararen de una vez por todas su incompetencia y denle paso a un cambio de gobierno que corrija los males que ustedes crearon”, finalizó.