El espejismo de elegir: entre cómplices, Por @rafaelvalera96

El espejismo de elegir: entre cómplices, Por @rafaelvalera96

thumbnailrafaelvalera1Usted ha perdido la capacidad de escoger.

Al menos dentro de lo que se relacione con la MUD. Verá… los esclavos “adoran” utilizar eufemismos para poder dominar a los más fuertes. El término “vía constitucional” es una excusa para limitar sus opciones, darle más tiempo a Nicolás Maduro y para darle más somníferos a una calle que desconoce a la clase política MUD-PSUV… Si no es así, ¿por qué la desobediencia civil, tipificada como el Artículo 350 de la Constitución, para ellos es una vía “inconstitucional”?

Son las propuestas del RR y la Enmienda las que van de manera preocupante contra la Constitución por una razón muy simple: Nicolás Maduro es ilegítimo de origen y ejercicio.





El turno de los cómplices

La primera en obviar conscientemente esto es la AN y no porque está “de manos atadas” como dicen algunos: sino porque se las cortó PJ. Dejan que personajes ajenos a ella usurpen sus responsabilidades; sin olvidar que es de conocimiento público que en la Asamblea el “chavismo amarillo” no permite hablar sobre la nacionalidad de Nicolás Maduro.

Aclarando una vez más, estas “salidas constitucionales” son absurdas en tanto que es un dictador y por tal condición, raptó el poder y consigo destruyó el hilo constitucional en el país, lo cual altera completamente el Estado de Derecho y la legitimidad del sistema. El RR y la Enmienda descartan axiomáticamente estas violaciones a la Constitución sumamente trascendentales y le otorgan suficiente tiempo a la Habana, al chavismo y a la MUD para rediseñar el juego salvaguardando su control en el país.

“Firma mata Partida”, dirán los hermanos Castro… y la han matado más de 2 millones de veces. Imagínese responder “yo no vi nada” al haberle preguntado sobre la masacre de Puente Llaguno esa misma cantidad de veces; ¡y sin remordimiento alguno!

De vuelta a la realidad

Sabemos que esencialmente ambos procesos son un trato de impunidad utilizando el sistema operativo de la democracia, lo cual nos confirma la reorganización de posiciones para consolidar la unión MUD-PSUV. Pero su fractura es la fluctuación que los liquidará, Julio Borges está dispuesto a darle largas a la crisis para trabar a Henry Ramos Allup. Henrique Capriles trata de acaparar la atención de la gente para ficharse como candidato único y evadir su derrota política contra Leopoldo López, quien seguirá encarcelado desde que se entregó a Diosdado Cabello.

Mientras terminan de engranar todas las piezas de dicha fusión el país escuchará muchos sonidos; unos atípicos, otros muy conocidos. Por eso unos se mantienen alejados del Revocatorio a pesar de tener la presidencia cerca, otros asoman el tema de los comicios regionales delimitando la diferencia de intereses, unos tratarán de apegarse a los lineamientos correctos y deformar el mensaje de la Resistencia: es un tema de conveniencia… Para ellos y para los Castro. El negocio de la dominación es el más fructífero en Venezuela.

Por eso alargar de cualquier manera esta desidia en toda categoría es símbolo y hecho de complicidad. La obstaculización de la MUD entre los Castro y los que queremos expulsarlos es uno de ellos, aun más cuando la autoridad de los “no-violentos” está sepultándose a sí misma y busca irse por la tangente de las “colas sabrosas”.

Lo que sí liquida el juego de los Castro –y por ende sus piezas– es la desobediencia civil. Son ellos los que le han arrebatado la noción de “realidad” empleando a los políticos a su conveniencia. No es algo de ganar o perder, sino de preservar el control. No sólo sospechamos sino que no creemos en aquellos que proponen más tiempo a la dictadura extranjera: desobedecemos a toda la clase política actual y desobedecemos en las calles.

El tiempo de la esclavitud (de la no-Libertad), de la agonía, dura lo que los Castro decidan que dure si dejamos la solución de los problemas a la clase MUD-PSUV. Pero si desobedecemos férreamente podremos generar los escenarios necesarios para desplazar a la dictadura y a sus cómplices y así conquistar la Libertad para poder restablecer el hilo constitucional, procediendo al Renacimiento venezolano y así reconstruir el país.

Devuélvase ese poder de elegir, el orgullo en la capacidad de la decisión es el motor de nuestra voluntad. Es necesario rebelarnos sin vuelta alguna hacia atrás, utilizando la estrategia de la protesta en la calle hasta alcanzar la deposición del dictador Nicolás Maduro. Nuestro país, nuestros problemas, nuestra solución –y me refiero a “nuestro” porque la clase política actual obedece a la dictadura cubana. Por eso no nos detendremos hasta ver desplazado el socialismo y los planes de los Castro truncados. Mientras el socialismo siga en el poder seguiremos rebelándonos hasta librarnos del clímax de toda la decadencia acumulada por casi 60 años.

Libertad o nada.