Ya no hay nada que hacer. Todo se acabó, los estantes están vacíos. Solo queda el cartel que le daba la bienvenida a los clientes con los 150 bolívares que costaba el agua de coco hasta finales de enero, cuando las puertas se abrieron por última vez. Sin ingredientes en inventario no tenía sentido que José Ovalles subiera la santamaría. Esperó más de tres meses, pagando puntualmente el alquiler del local sin producir nada. “Las cosas tienen que mejorar”, decía a quienes lo veían intermitentemente en el lugar limpiando, a su familia y a sí mismo. Pero no fue así. Ahora solo se dedica a recoger todo lo que tiene en el negocio que no sobrevivió a la crisis económica y se sumó a la lista de tres comercios al día que cierran en Valencia.
Dayrí Blanco / El Carabobeño
“Efecto Maduro, luego de 13 años trabajando, cerrado por falta de mercancía“, se lee en la entrada. “Las políticas económicas nos están ahogando”, expresó. Para él, no se trata de un problema que afecta solo a grandes firmas como Empresas Polar y redes de supermercados, “somos un conjunto de negocios que aguas abajo nos estamos quedando sin nuestro único sustento sustento”.
13 años estuvo al frente de su empresa. Era conocido por quienes pasaban con frecuencia por la avenida Cedeño de Valencia y se detenían bajo el toldo verde por agua de coco, cocadas, merengadas, jugos y hasta productos de panadería artesanal que preparaba y vendía. Su esposa lo acompañaba a diario y su hija mayor también apoyaba.
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