Gianni Infantino se encargó que su primer congreso como presidente de FIFA fuera histórico. Está por verse si el encuentro en la capital mexicana puede marcar otros hitos. AP
El abogado suizo que asumió el cargo apenas el 26 de febrero nombró el viernes a una mujer para ocupar el segundo cargo de mayor importancia dentro del organismo, un hecho sin precedente. Por otro lado, declaró terminada la crisis que vapuleó a la FIFA, por el escándalo de corrupción que derivó en la renuncia, destitución o incluso arresto de varios de sus altos funcionarios.
En las primeras horas del 66to congreso del organismo, Infantino anunció que la senegalesa Fatma Samoura será la nueva secretaria general.
Samoura, funcionaria de Naciones Unidas, reemplazará a Jerome Valcke, uno de los jerarcas que perdieron el cargo por los escándalos de sobornos que cimbraron el mundo del fútbol en el último año. La ratificación de Samoura depende de una verificación por parte de un comité independiente, que determinará si es elegible.
Infantino destacó que el nombramiento busca una mayor equidad de género en la cúpula rectora del fútbol mundial. La FIFA había reformado ya algunos estatutos para tener, como mínimo, a seis mujeres en su consejo general.
Pero más allá de eso, la designación pretende apoyar a la FIFA en el proceso de renovación que requiere tras las acusaciones de corrupción que la han desacreditado y que derivaron en la caída de Valcke, del anterior presidente Joseph Blatter y de numerosos dirigentes regionales.
“Ella ha trabajado en la ONU, es alguien de fuera, no de dentro”, destacó Infantino. “No es alguien del pasado, sino nuevo, que nos ayudará a hacer lo correcto en el futuro”.
Samoura, de 54 años, es actualmente la principal funcionaria de la ONU en Chad. Durante dos décadas ha ocupado distintos cargos para el Programa Alimentario Mundial del organismo en países africanos, y cubrió emergencias en diversos países, incluidos Kosovo y Nicaragua.
“Les dije en mi campaña que creo en la diversidad, les dije que me gusta actuar con hechos y no con palabras. Es por esa razón, pero lo más importante, es porque de todas las personas con las que hablé era la más competente”, dijo Infantino. “Le dará un aire fresco a la FIFA, es alguien de afuera”.
Desde la fundación del organismo en 1904, el cargo de secretario general tampoco había estado en manos de una persona no nacida en Europa.
Samoura, quien habla francés, inglés, español e italiano, no tiene experiencia de trabajo en organizaciones deportivas. Tampoco hay referencias públicas acerca de que haya lidiado con contratos comerciales u organizaciones de televisión, una parte clave de su nuevo puesto.
Pero “está acostumbrada a administrar grandes organizaciones, grandes presupuestos, recursos humanos, finanzas”, destacó Infantino.
De ser ratificada, Samoura comenzaría a desempeñar sus funciones a mediados de junio.
“Para mí es la persona más competente. Además, es una mujer, que por primera vez en la historia ocupará ese cargo”, dijo Infantino en la rueda de prensa posterior al congreso. “Además ella viene de Africa, un gran continente donde hay mucho desarrollo que se puede dar”.
En febrero, cuando fue elegido como sucesor de Blatter, Infantino prometió que el puesto de secretario general dejaría de ser ocupado por una persona cercana al presidente de la FIFA. Aseguró que quien desempeñara esa posición representaría un “contrapeso” respecto del presidente.
La falta de una nominación durante los meses posteriores le generó críticas a Infantino.
“He estado buscando un secretario general, y lo he hecho en serio… pero quería a la persona idónea, y hoy he sido capaz de proponerla”, dijo el líder de la FIFA. “Es un rol muy importante, será la persona que implemente la estrategia y las decisiones que toma el consejo, es un papel realmente importante”.
El alemán Markus Kattner era secretario general interino desde septiembre, tras la suspensión de Valcke, quien fue destituido cuatro meses después.
El congreso también aprobó por amplia mayoría la suspensión de las federaciones de fútbol de Kuwait y de Benín. La sanción al país del Golfo Pérsico se impuso provisionalmente el 16 de octubre por injerencia del gobierno en la federación local, un problema que también derivó en una suspensión ante el Comité Olímpico Internacional.
Benín quedó sujeto a la suspensión el 23 de septiembre, ante la negativa a realizar elecciones en la federación, un requisito que impone FIFA a cada uno de sus integrantes. La sanción será levantada una vez que se realicen las elecciones.
En cambio, Infantino informó que se levantó la suspensión a Indonesia, que tenía el mismo problema que Kuwait. El gobierno del país asiático envió una carta a la FIFA, comprometiéndose a cesar los actos que atentaran contra la independencia de la federación.
El congreso fue el primero encabezado por Infantino. Se realizó casi un año después de la captura de una decena de dirigentes de la FIFA, que fueron implicados en un caso de sobornos por más de 150 millones de dólares.
Infantino dijo antes del congreso que su primera misión era implementar reformas para restaurar la credibilidad de la FIFA.
“Por primera vez en muchos años siento un aire nuevo en la FIFA, uno de armonía y unidad”, aseguró Infantino en su discurso final. “No puedo cambiar el pasado, nadie puede, pero sí puedo darle forma al futuro y eso sólo lo haré con ustedes. Todos juntos podemos darle forma a ese futuro. Este congreso muestra que la FIFA está de vuelta y oficialmente puedo decir que la crisis ha terminado”.
El dirigente atribuyó el final de la crisis a las reformas que se implementaron y que dificultarían los ardides de soborno empleados en el pasado.
“Ahora el presidente de FIFA no puede decidir más sobre contratos comerciales o pagarle dinero a una empresa por eso. El presidente o el consejo no pueden decidir qué federación puede recibir o no un proyecto de desarrollo. Todos tienen los mismos derechos, las reformas se han implementado por eso, creo que son hechos y mostramos que debemos seguir trabajando y que queremos ir por delante con el fútbol”.