Los problemas de los políticos no son los de la gente, por @RoderickNavarro de @VFutura

Los problemas de los políticos no son los de la gente, por @RoderickNavarro de @VFutura

 

¿Posee certeza de que la élite política venezolana tiene los problemas que usted vive a diario? La respuesta no la razone, siéntala cuando les acompañe en sus convocatorias, cuando les pidan y les pidan y usted responda sin pensarlo de buena fe en sus actividades. Al llegar a su casa esperanzado se encuentra con que los problemas siguen de mal en peor. ¿Cuántos años lleva haciendo lo mismo?

Los problemas de los políticos venezolanos actuales son los problemas del poder: cuotas, espacios, partidas presupuestarias, viajes, recursos para la logística, candidaturas, ocio, votos, negocios, licitaciones, contratos… ¿Algunos de estos problemas tienen que ver con usted?

Los problemas de la gente son la angustiosa falta de alimentos, la falta desesperante de medicinas, la inseguridad tan terrible que nos acecha y la ausencia tan humillante de agua y de luz, sumados a la falta de Libertad de expresión y la incontable cantidad de obstáculos que han impuesto para generar riqueza, tener una empresa y ser productivo. ¿Usted cree que a la familia de Capriles, Leopoldo, Chávez, María Corina, Maduro, Diosdado, Padrino, Chuo Torrealba, Henry Ramos, Henry Falcón, Ledezma, Freddy Guevara y muchos otros, les falta carne, pollo, arroz, agua, luz, harina pan, cualquier medicamento o tienen problemas para tener ingresos?

Es bastante obvia una cosa: si ellos no tienen los mismos problemas que tenemos la mayoría de los venezolanos, la misma urgencia que tenemos nosotros de salir de este régimen no es la misma que tienen ellos. Nosotros sabemos que vivimos en dictadura mientras que ellos siguen estimulando comportamientos democráticos en una democracia que solamente ellos viven. Como no piensan ni sienten como nosotros no se les puede seguir dejando en sus manos el futuro de nuestras vidas ni el de nuestras familias: existe una manera de tomar la política en nuestras manos.

Para nadie es un secreto los vínculos que tienen la MUD y el PSUV –como en el pasado también lo hubo entre AD y COPEI, que hasta eran, en muchos casos, familiares. El caso Derwick es uno de los más ilustrativos en este sentido (el reportaje del diario La Razón de fecha 9 de mayo de 2016 tan solo es la punta de un gran iceberg). Son muchos los privilegios que tienen que perder tanto unos como otros: si existieran fuerzas políticas distintas a la MUD y al PSUV morirían el tradicionalismo y los restos del siglo XX político venezolano.

Ahora bien, ¿cómo se traduce esto en nuestro día a día? Es decir ¿Cuál es el secreto de ellos para mantener el poder? La legitimidad que le da la gente. Han obligado a toda la población a seguirles porque, precisamente, no hay otra alternativa. Debo reconocer que han sido muy exitosos salvando la estabilidad del sistema: las protestas del 2014 los pusieron en jaque a ambos –como nunca antes había ocurrido- y los mismos que llamaron a la “salida” por un lado y el resto de la MUD por el otro, apaciguaron el descontento de la gente hacia los mecanismos de la obediencia civil.

Por más que la gente proteste y deje al descubierto la frustración que ocasiona el engaño constante al que lo someten los políticos de hoy en día, al no tener más opciones políticas, la gente se verá obligada a acatar lo que le dicen sus opresores. A pesar de ser siempre abandonados y de mantenerse en una situación miserable, ven forzada su supervivencia a ser dependientes de sus propios secuestradores, la MUD-PSUV que dominan en nombre “del pueblo” o de “la unidad”. Se buscará que no se les maltrate demasiado y que sean flexibles, que se les deje respirar así sea un poquito al ser ahogados con la almohada roja del socialismo. El mundo se reduce a la mínima supervivencia diaria. ¿Acaso no les funciona perfectamente este mecanismo para dominarle? No razone la respuesta, siéntala en carne propia.

A la gente no le dejan más opción que someterse a lo que los políticos necesitan: resolver sus problemas en la política. Para ello es necesario que la acción política de usted sea pacífica, democrática y constitucional o como en esta época también es igual: obediente, adaptada y servil. Es así como los discursos políticos siempre hablan de la justicia social, el bien común, la solidaridad con…, y pare usted de contar todas aquellas tretas ideológicas y morales que les han funcionado durante todos estos años a los políticos y sus profetas de la esclavitud. Le dirán que sufrir es de héroes e insistirán que la lástima es sinónimo de virtud. Le harán confundir el sufrimiento con el goce mientras que su existencia se sigue deteriorando día a día haciéndole creer que la culpa es de todo lo demás, menos de ellos que luchan por usted.

La gente quiere ponerle freno a tanta humillación, no quiere seguir siendo obligada a la existencia de perro callejero, que se lame las heridas de la manera más silenciosa para no llamar la atención y así pasar desapercibido para protegerse.

Los problemas de los políticos no son los problemas de la gente. Nosotros podemos comenzar a resolver nuestros problemas y obviamente eso amerita sacrificios. No  esperen que les diga que todo será fácil, eso se lo dejo a los mentirosos que involucran a Dios en cada frase para conseguir adeptos –el tiempo de Dios, fuerza y fe, etc. Si la legitimidad es lo que mantiene a la MUD-PSUV, y se la da la gente, entonces la gente debe dejar de darle legitimidad. Es necesario NO hacerles caso, desobedecerles y desconocerles. A todo lo que ellos convoquen es necesario demostrar el rechazo. Sólo así se quiebra el sistema. Solo así seremos verdaderamente libres para dar nacimiento a las nuevas fuerzas políticas que sienten en carne propia los problemas reales de la población.

Libertad o nada

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