El joven Gabriel Valles, preso político en “La Tumba”, plasmó cómo jueces y magistrados juegan con la vida de los venezolanos sin importar las consecuencias.
De esta manera, ilustra la impunidad como el principal motivo de la crisis nacional, a través de la corrupción y la violación de la Constitución por parte del TSJ y del aparato judicial.
Gabriel Valles recibió privativa de libertad desde septiembre de 2014, al igual que el estudiante Lorent Saleh. Hasta la fecha, llevan 20 meses recluidos en los sótanos de máxima seguridad de la sede del Servicio Bolivariano de Inteligencia de Plaza Venezuela conocidos como “La Tumba”.
Para el 17 de mayo el Juez 6to de Control del Área Metropolitana de Caracas, Miguel Graterol, defirió por 21era vez dicha audiencia.