En una pared de la habitación de Misleidy Indira González González (25) quedó escrito el motivo de su asesinato, “por sapos”. El ama de casa amenazó a su primo con denunciarlo si seguía robando. No quería que lo mataran como a un perro. No acató el consejo, ingresó a su residencia, en el parcelamiento Carmen II, en el kilómetro 47 vía a Perijá, y la estranguló con sus manos. Después la golpeó con una bombona de oxígeno, publica La Verdad.
El cadáver del ama de casa lo encontró su esposo ayer, a las 7.00 de la mañana. Yacía boca arriba, tenía en el cuello aún marcados los dedos de su asesino, su primo El “Arco Íris”. Las manos y la espalda morada, un aruño en su mejilla. No la violaron, pero con su sangre escribieron el mensaje, contó un familiar en la morgue.
En la casa faltaba un cargador de teléfono, la escopeta calibre 12 y un morral. Todo lo encontraron en la casa del homicida, a unos 20 metros. El arma la escondió en la basura del vecino.
El “Arco Íris” huyó, pero la Guardia Nacional lo atrapó en el kilómetro 42. Lo llevaron a la Prefectura en La Villa y allí confesó su crimen.
Abrió el portón, burló al perro bravo de la casa, trepó por la platabanda del porche, abrió un boquete en el techo de acerolit de la sala y junto al “Chino” y a otros dos secuaces de su banda de ladrones sometió a su prima. Entre los cuatro la asesinaron.
En la barriada todos son familia, pero ninguno escuchó nada hasta que el esposo regresó a su casa del trabajo y encontró el cadáver.