La inseguridad hace de las suyas en el oeste de la ciudad y los primeros que le han salido al paso son los transportistas. Se estima que de dos a tres vehículos se roban a diario de las diferentes paradas que convergen en La Curva de Molina en el estado Zulia, por lo que cada línea se ha visto en la obligación de tomar sus propias medidas de seguridad.
Los choferes de los carritos por puesto de la línea Curva-Concepción hace más de un mes se quejaron ante la dirección de la línea frente al incremento de robos dentro de los vehículos, exigieron tomar cartas en el asunto. Un detector de metales fue la solución que le hallaron a la situación y hasta el momento parece que mitigó los robos en el trayecto.
Ramiro Valbuena es el responsable de pasar la regleta detectora de metales por el cuerpo de quien aborda las unidades, dice que la gente se siente más segura. “Tengo más de un mes aquí con el aparato y ha resultado. Los choferes no tenían vida con los atracos, pero gracias a esto ha mejorado”.
Los conductores manifiestan sentirse “un poco más seguros”, pero igualmente piden que las autoridades pongan mano dura y tomen cartas en el asunto en el oeste de la ciudad. Rubén Esis, presidente de la Central Sindical Noroeste de Transporte, calificó La Curva de Molina como “tierra de nadie”, detalló que varias rutas ya han solicitado ayuda policial y no han recibido respuesta, por lo que informó que pedirán formalmente una reunión con Biagio Parisi, secretario de Seguridad y Orden Público del estado Zulia, para contemplar un plan especial de seguridad en esa zona.