Las autoridades mexicanas comenzaron hoy las excavaciones para la segunda fase de la exhumación de restos de la fosa de Tetelcingo, en el central estado de Morelos, donde fueron enterrados los cuerpos de más un centenar de personas, de los cuales ya se extrajeron 53.
EFE
Durante el día de hoy se extraerá tierra de la segunda sección de la fosa hasta que quede una distancia de 30 centímetros con el primer cuerpo, con el fin de que mañana comiencen las nuevas exhumaciones, dijo a Efe el director del Programa de Atención a Víctimas de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM), Roberto Villanueva Guzmán.
La diligencia es encabezada por la Fiscalía General del Estado de Morelos (FGEM), sobre la cual recae la responsabilidad de los trabajos, y en ella participan la UAEM, la Procuraduría General de la República (PGR) y la Comisión Nacional de Seguridad (CNS).
En el panteón de Tetelcingo hay dos secciones diferentes, dispuestas en forma de “L”.
Los trabajos de la primera área finalizaron el sábado y en esta fase se rescataron un total de 53 cuerpos.
Esto significa que se ha recuperado “un cuerpo más de lo registrado por la fiscalía” anteriormente y del número declarado ante el Congreso, apuntó Villanueva, quien dice que todavía se desconoce la razón de este desajuste.
Estimó que los trabajos de exhumación llevarán, al menos, una semana más.
“El viernes estaremos cerrando el trabajo, a menos que se encuentren irregularidades”, aseveró Villanueva.
La Fiscalía estatal afirmó en un comunicado que “el resto de los cuerpos por recuperar cuenta con su respectiva carpeta de investigación, salvo en once casos correspondientes a personas desconocidas”.
La existencia de esta fosa clandestina en el municipio de Cuautla salió a luz a raíz de la investigación sobre el paradero de Oliver Wenceslao Navarrete, quien fue secuestrado y asesinado en 2013.
Su cuerpo, a pesar de estar plenamente identificado, fue inhumado de manera ilegal en la fosa en marzo de 2014, lo que constató irregularidades en el proceso llevado a cabo por la fiscalía estatal.
Por este motivo, los familiares de las víctimas exigieron a principios de este mes que las exhumaciones de la fosa no fueran llevadas únicamente por la fiscalía estatal, sino que en la toma de muestras genéticas participaran más instituciones que vigilaran el proceso.