Un equipo de científicos dirigidos por la Universidad de Harvard, entre los que se encuentra el puertorriqueño Alberto Puente Rolón, ha descubierto una nueva especie de boa en las Bahamas, donde su supervivencia corre grave peligro debido a la amenaza de los gatos salvajes.
Así lo publica la revista Breviora en su número de mayo, en un artículo del que se hizo eco la Universidad Interamericana de Puerto Rico, para la que trabaja el científico boricua.
El descubrimiento de la bautizada como “boa plateada” se llevó a cabo en julio de 2015, cuando un equipo del Museo de Zoología Comparada de Harvard realizó una expedición a islas remotas del archipiélago de Bahamas.
El equipo, dirigido por Graham Reynolds, por entonces de la Universidad de Harvard y ahora miembro de la Universidad de Carolina del Norte, encontró las boas mientras realizaba un muestreo nocturno de reptiles en una isla deshabitada.
Bautizada como boa plateada, Chilabothrus argentum, es la primera nueva especie de boa descubierta in situ en el Caribe desde la década de los años 40.
Con el hallazgo de esta especie, que se considera “en peligro crítico” de desaparición, son ya doce las especies conocidas de este animal solo en las islas del Caribe.
“El equipo encontró el primer individuo, una hermosa hembra plateada de un metro de largo, en lo alto de una palmera cerca de la orilla del mar en una isla remota en el sur de Bahamas”, relata el centro universitario puertorriqueño en un comunicado.
Alberto Puente Rolón, profesor de la Universidad Interamericana de Puerto Rico en el campus de Arecibo y experto mundial en boas de las Antillas y las Bahamas, se percató de que el animal era diferente a cualquier especie de boa conocida hasta el momento.
Así, el grupo emprendió una sistemática búsqueda para localizar más ejemplares y ese mismo día encontró un total de seis. Ya de regreso en Harvard el equipo analizó los datos reunidos, incluido el material genético obtenido de los animales.
“Estos análisis demostraron que se trataba efectivamente de una especie nueva, creada después de una divergencia de varios millones de años”, explicó la citada universidad.
El nombre de boa plateada se debe a su coloración y a que el primer ejemplar fue localizado en lo alto de una Coccothrinax argentata, una palmera conocida coloquialmente como pala de plata, nativa de Bahamas, el sur de Florida y el sureste de México.
El pasado octubre, el equipo realizó una segunda expedición a las islas, justo después de que fueran azotadas por el huracán Joaquín, y, pese a los destrozos y las caídas de las hojas de los árboles que causó el ciclón, se logró capturar catorce ejemplares más.
Tras ser analizados y marcados con etiquetas electrónicas internas para que puedan ser fácilmente identificables, fueron liberados por el equipo, que advirtió que uno de los principales peligros para la supervivencia de este animal son los gatos salvajes que campan a sus anchas en esas islas.
Según la institución académica, se están poniendo en marcha medidas de conservación con la cooperación de las organizaciones locales, entre ellas el Bahamas National Trust, con “la esperanza de evitar que se extingan poco después de haber sido descubiertos”.
“A nivel mundial, nuevas especies de ranas y lagartos se han descubierto y descrito con cierta regularidad, pero nuevas especies de serpientes, sin embargo, son mucho menos frecuentes”, asegura Robert Henderson, curador emérito de herpetología en el Museo de Historia Natural de Milwaukee y uno de los mayores expertos mundiales en boas.
En ese sentido, dijo en el citado comunicado que el equipo liderado por Reynolds “no solo ha descubierto y descrito una nueva especie de serpiente, sino, lo que es aún más notable, una nueva especie de boa”.
“Eso es raro, emocionante y de interés periodístico. La hermosa boa de plata bahamense, ya posiblemente en peligro crítico, nos recuerda que hay descubrimientos importantes pendientes y proporciona al pueblo de Bahamas una razón más para estar orgulloso de su archipiélago”, añadió. EFE