A José David Bucobo Villalobos, de 17 años, lo ‘cazaron’ cuando caminaba, la mañana de este martes 31 de mayo, por la calle con su teléfono Alcatel One Touch. Al parecer, escribía un mensaje. Así lo reseña panorama.com.ve / Otto Rojas
Un delincuente se le acercó y le pidió que le entregara el celular, pero el adolescente corrió y, en su intento de escapar, fue alcanzado por una bala que le atravesó la espalda y le perforó varios órganos vitales.
El homicidio ocurrió a las 7:45 de la mañana, cuando José caminaba por las calles de Pomona para ir hasta la casa de un compañero de clases a estudiar para un examen.
Cuando el muchacho pasó por el frente del liceo Francisco Esparza, fue interceptado por los delincuentes.
De un vehículo Kia Rio, blanco, se bajó un hampón que usaba una franela negra y una gorra del mismo color. Mientras el delincuente sometía al adolescente, otros criminales lo esperaban en el carro; servían de “moscas”.
“Después que el ladrón le disparó por la espalda, se embarcó en el carro y esperó a que José cayera al piso, para bajarse de nuevo del auto y quitarle el teléfono que tenía en sus manos”, contó un trabajador del liceo.
Los mismos estudiantes del plantel lo auxiliaron, mientras que la familia del joven era notificada. José Bucobo, hermano de la víctima, llegó minutos después al sitio, lo montó en un vehículo y lo trasladó hasta el Hospital General del Sur.
El liceísta falleció minutos después de haber ingresado a la emergencia del centro médico.
José David estudiaba quinto año de bachillerato en el colegio Miguel Antonio Vázquez. Su familia lo describió como un muchacho “tranquilo, trabajador y responsable”. “Sacaba buenas notas en todas las materias porque le gustaba estudiar”, dijeron los allegados.
El hermano contó que José quería estudiar mecánica, pues le gustaba reparar artefactos y vehículos.
“Después de graduarse en julio, tenía pensado irse a vivir con su papá en Estados Unidos, quien tiene cinco meses residenciado allá”, aseguró el pariente.
Funcionarios del Cicpc-Zulia levantaron el cadáver y lo trasladaron hasta la medicatura forense para la necropsia de ley.
“Era el segundo de tres hermanos y la alegría de la casa”, comentaron.
Residía con su familia en La Pomona, a pocas calles de donde ocurrió la tragedia que enlutó al hogar.