Un clamor general retumba en el ambiente: “Democracia Ya”. Ya basta de desmanes. Este régimen hace aguas por los cuatros costados. Nunca antes habíamos sufrido los venezolanos la extrema carencia de bienes y productos básicos para la alimentación y la salud, junto con el paroxismo de la delincuencia asesina e inhumana, la crisis sin fin de la luz y el agua y la profunda corrupción en todos los niveles del Gobierno y la sociedad. La Metrópoli castrista agudiza aún más la situación de su colonia roja rojita, se niega a perder los 100 mil barriles de petróleo. Cochino dinero.
Los delincuentes no sobreviven sin la impunidad del Estado, al que secuestraron para que sirva como mampara de sus crímenes y le permita a no más de 600 personas continuar con sus vidas boyantes financiadas por la corrupción a costa del sacrificio del pueblo. Le temen a la OEA, claro que sí, pero le tiemblan a la DEA, elemental mi querido Watson. No coments.
El mundo ya sabe que en Venezuela se birlaron la democracia, y el objetivo de la OEA es restituirla mediante la Carta Democrática que se pretende aplicar, y no con fines injerencistas como pregona el régimen. El presunto colombo-venezolano quebró- con una pequeña ayuda de sus adláteres y remedos de poderes públicos intervenidos por el PSUV-, el hilo constitucional al desconocer la Asamblea Nacional, porque hasta la fecha no ha entrado en vigencia ni por un segundo alguna ley del Parlamento por orden del dictadorzuelo. Oh, como se ha relamido el régimen en desacreditar a la izquierda. Tapió prácticamente el CNE porque no ha podido ni siquiera darnos fecha de validación de las firmas para el revocatorio y hace un completo mutis sobre las elecciones regionales que deben celebrarse sin demoras en diciembre, si no las hacen es otro golpe contra la Constitución; además la Carta Magna la derogan los forajidos con la imposición de un Estado de Excepción permanente dictado por decreto del Ejecutivo. Los decretos y decisiones espurias del TSJ express reescriben y cambian todos los días las normas constitucionales.
Al tener clarita la espeluznante tragedia que atravesamos los venezolanos de esta hora, arribamos a la exacta conclusión que en la nación se rompió el sistema democrático y todo el hemisferio coincide en la necesidad de que Venezuela retorne la democracia.
Queremos este diálogo: que todas las leyes que aprobó la AN entren en vigencia de manera inmediata, que cese del Estado de Excepción y la represión; la liberación de los presos políticos empezando por los estudiantes, quienes están siendo torturados simplemente por protestar en contra de un gobierno tiránico.
Con Maduro la crisis se agrava, con un ápice de dignidad republicana renunciaría de inmediato. Sigamos en la calle exigiendo nuestros derechos civiles, políticos, sociales y económicos.
¡No más prisioneros políticos, ni exiliados! Libertad para Coromoto.