Un grupo de personas armadas irrumpió la madrugada de este viernes en una comunidad serrana del estado de Puebla, en el centro de México, y mató a balazos a once miembros de una misma familia, entre los cuales dos menores de edad, reseñó AFP.
El crimen tuvo lugar en la remota comunidad de El Mirador, en el municipio de Coxcatlán, a unos 300 km de la Ciudad de México y colindante con el estado de Oaxaca (sur).
Los fallecidos son cinco mujeres, cuatro hombres y dos niñas, dijo la fiscalía de Puebla en un comunicado, en el que especificó que hay otras dos menores heridas de bala que están hospitalizadas.
Puebla es un estado donde la violencia ligada al narcotráfico no está tan presente como en otras zonas del país, pero es conocida por ser una de las regiones con más linchamientos de México.
“Se tiene referencia de que personas a pie llegaron a donde se encontraba la familia y realizaron diversas detonaciones”,dijo la fiscalía sobre el crimen de este viernes, del que no se han reportado detenidos.
Fuentes del gobierno de Puebla dijeron a la AFP que los hechos ocurrieron dentro de un domicilio, pero medios locales aseguran que habría sido en varias viviendas.
Aunque las investigaciones y diligencias se han complicado por tratarse de una comunidad alejada, la fiscalía dijo que cuenta con el testimonio de dos personas que estaban en el lugar de los hechos y que ahora reciben su protección.
Una fuente de la dependencia dijo a la AFP que existen dos líneas de investigación preliminares sobre el caso: un ajuste de cuentas del crimen organizado o un problema familiar añejo.
El Mirador “es una comunidad en armonía, pero las cosas cambian. Hay migración, muchos se van al norte del país y a Estados Unidos y, a veces, al regresar se echa a perder la armonía”, dijo el alcalde de Coxcatlán, Vicente López de la Vega.
– Robos de combustible –
Aunque Puebla no es un estado especialmente azotado por la violencia, ha registrado llamativos crímenes en los últimos meses.
En abril pasado, en los límites con Veracruz, se hallaron siete cuerpos, cuatro de ellos calcinados dentro de un vehículo y otros tres con impactos de bala cerca de unas instalaciones de la estatal Petróleos Mexicanos Pemex. Dos de los cadáveres eran de familiares de un cabecilla del cártel de Los Zetas.
En marzo, en una zona rural cercana a la ciudad de Puebla, se hallaron un número indeterminado de cadáveres mutilados y parcialmente deshechos en ácido en varios contenedores.
Mientras que el 31 de mayo, cuatro personas murieron cuando un comando armado aparentemente dedicado al robo de combustible abrió fuego en un poblado de Palmar de Bravo, a unos 200 km de la capital mexicana.
Según Pemex, Puebla es el estado con mayor incidencia de robo de combustible de todo México. En 2015, la empresa detectó 5.200 tomas clandestinas alrededor del país.