Ricardo Hausmann exministro de planificación de Venezuela y director del Centro para el Desarrollo Internacional de la Universidad de Harvard, publicó está mañana en su perfil de profesor en Facebook sus impresiones sobre las medidas económicas que un equipo de trabajo liderado por el presidente de República Domimicana, Leonel Fernández, bajo el auspicio de Unasur, le propuso al gobierno de Nicolás Maduro.
Hausmann, un economista con reconocimiento internacional, es muy crítico con el “programa” presentado porque “no es un programa viable ni creíble por ser obviamente insuficiente”. Hausmann resalta que “En síntesis, me parece bien que UNASUR le proponga al gobierno que enfrente la crisis en vez de culpar a los empresarios por ella”.
Lea a continuación el texto íntegro con las opiniones de Ricardo Hausmann.
Es bueno que Leonel Fernandez y UNASUR le hayan dicho, así sea implícitamente, a Maduro que la crisis económica se debe a sus políticas y no a la ficticia guerra económica y que se resuelve con mejores políticas que generen confianza y no miedo. Pero lo anunciado dista mucho de ser un programa coherente y creíble.
La unificación cambiaria y una transferencia directa son claramente necesarias pero obviamente insuficientes. Hay temas que no se abordan y que son centrales para enfrentar la crisis:
1- Los controles de precios: el sistema actual no permite que las actividades socialmente necesarias sean rentables y por tanto no pueden ser acometidas.
2- déficit fiscal gigantesco y sin financiamiento real: el déficit fiscal que ya ronda entre el 15 y el 20%. Su financiamiento por via de la emisión inorgánica de dinero está a la base de la inflación y la devaluación. La unificación cambiaria y el subsidio directo combinadas no harán mucho por reducirlo. Al devaluar, aumentan los ingresos petroleros en bolívares pero a esto hay que restarle el aumento en el costo en bolívares de los gastos en divisas de PDVSA y el resto del sector público. El impacto cambiario sobre las cuentas fiscales se limita solamente al aumento en el valor en bolívares de las ventas netas de divisas al sector privado. Estas no llegan a 4000 millones de dólares. Por otra parte, 2 salarios mínimos (hoy serían 36.000 Bs/mes) a 1000 Bs por $ (para hacer un cálculo conservador), para solo 10 millones de personas costaría 4320 millones de dólares al año. Esto no toma en cuenta el gran aumento de salario mínimo que hay que hacer pues a Bs/$ 1000, el salario mínimo está en 18 $ al mes. Entre empleados públicos y jubilados alcanza hay 6 millones de personas. En America Latina el salario mínimo está entre 200 y 500 dólares. Calculado solo a 100$ al mes, esto cuesta $7200 millones. Y que decir de las gigantescas pérdidas y la ineficiencia de las empresas expropiadas? En otras palabras, lo anunciado no resuelve el déficit fiscal.
3- Como el país no tiene acceso al financiamiento voluntario porque los mercados lo tratan como insolvente, esto llevará a una altísima emisión inorgánica de dinero.
4- Leonel Fernandez menciona unificar flotando. Todo régimen monetario/cambiario necesita un ancla nominal, algo que permita controlar las expectativas inflacionarias. Pero en la actualidad, la política monetaria basada en controles de tasas de interés fijas con tasas reales super-negativas son inconsistentes con un régimen de flotación cambiaria. Pero la declaración no habla de una política monetaria alternativa y su impacto en las tasas de interés.
5- hay una crisis de divisas en el país que es una parte sustancial del problema de desabastecimiento y colapso de la producción. Como vamos a hacer los pagos de los bonos que se vencen en Octubre-Noviembre? En su declaración UNASUR no menciona la necesidad de reestructurar la deuda. Tampoco menciona la necesidad de acudir a la asistencia financiera internacional. Francisco Rodriguez, quien se presentó en NY y DC como asesor de UNASUR, dice que no quiere ir al FMI porque al chavismo no le gusta. Es esta una razón suficiente para que UNASUR no considere un tema de tanta relevancia?
En síntesis, me parece bien que UNASUR le proponga al gobierno que enfrente la crisis en vez de culpar a los empresarios por ella. Pero lo que dijo en esta declaración no es un programa viable ni creíble por ser obviamente insuficiente.
(lapatilla.com)