Al agudizarse la conflictividad social, se profundizarán los ataques a la prensa.
Periodistas y reporteros gráficos durante el ejercicio de su labor son el blanco de grupos irregulares, colectivos violentos, funcionarios del Estado y cuerpos de seguridad.
Lorena Quintanilla Muñoz/El Impulso
Así lo sostiene Mariengracia Chirinos, coordinadora de Libertad de Expresión en el Instituto de Prensa y Sociedad (IPYS), quien observa con preocupación el recrudecimiento de estas agresiones desde el mes de mayo.
Solo el jueves 2 de junio, durante la cobertura de varias protestas en Caracas, 19 trabajadores de la prensa entre periodistas, fotógrafos y camarógrafos fueron amenazados, robados y en otros casos golpeados por civiles armados, ante la pasividad y en otros casos acción cómplice de los efectivos policiales.
En las regiones estos sucesos no se quedan atrás. La ONG Movimiento Vinotinto, registra hasta la fecha, 7 agresiones a comunicadores sociales, cifra que pudiera elevarse a 10 según el Colegio Nacional de Periodistas, seccional Lara.
Asimismo, la Asociación Civil Fuerza, Unión, Justicia, Solidaridad y Paz (Funpaz), repudió recientemente prácticas intimidatorias para silenciar a periodistas independientes.
Un caso puntual son las agresiones al periodista Luis Alberto Perozo Padua, quien en par de ocasiones ha recibido él y su familia amenazas directas, luego de que hiciera eco de un par de denuncias sobre el mal funcionamiento del servicio de gas (noviembre 2015) y el mal estado de las bolsas de comida de Pdval en el municipio Palavecino (15 febrero).
Padua y su familia han recibido mensajes a través de panfletos arrojados cerca de su casa.
Su familia también ha sido expuesta luego de que el periodista hiciera par de denuncias a través de sus redes sociales y cuando prestaba servicios en EL?IMPULSO.
Para Funpaz la libertad de expresión y el ejercicio periodístico ha estado bastante limitado en los últimos 17 años.
En Lara se han registrado cinco casos por intimidación, uno por restricción administrativa y uno por agresión, reveló la asociación civil.
Por su parte, el abogado Manuel Virgüez, director de Movimiento Vinotinto, expresa que tales acciones se llevan a cabo durante las colas que a diario se originan en la región producto del desabastecimiento y escasez de alimentos y medicinas.
“Observamos una hipersensibilidad por parte de los funcionarios de los cuerpos de seguridad hacia la cobertura que hacen los comunicadores sociales de una realidad que es innegable. Hay intimidación, agresión y amedrentamiento”, indicó.
Virgüez recordó el caso de la periodista Diana Moreno, quien fue detenida por tomar fotografías en un establecimiento comercial al este de Barquisimeto durante una cola.
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