Integrantes del movimiento político Izquierda Democrática afirmaron que el Gobierno quiere que el pueblo se trague el hambre y no proteste, así rendirlo a través de la represión, siendo este un plan que cuenta con la participación de funcionarios públicos, colectivos, y organismos de seguridad del Estados que amedrentan al pueblo y a dirigentes políticos solo por pedir comida y revocatorio.
Gustavo Mujica, coordinador general de Izquierda Democrática, explicó que el Gobierno en vez de rectificar lo que hace es reprimir, destacando que a cinco meses de la vigencia del Decreto de Emergencia Económica el cual faculta al Estado a tomar medidas especiales que incluyen la inversión para reformular el sistema productivo y financiero, recuperar el financiamiento en infraestructura productiva y fomentar el abastecimientos de productos esenciales, lo que hasta la fecha ha ocurrido es desidia y escasez. “El oficialismo lo que hace es criminalizar las protestas por hambre, evidenciando que adquirir los alimentos y las medicinas es cada vez más difícil. La crisis desborda la capacidad del gobierno de dar respuesta, teniendo como objetivo final del régimen rendir a la gente”, dijo.
Mujica señaló que desde el Poder Ejecutivo se insiste en resolver el problema de abastecimiento haciendo el gran énfasis en la fase de distribución a través de los CLAP, agravándose la situación allí a causa del sectarismo. “Se han intensificado las protestas por la comida porque no hay y las bolsas de los CLAP no llegan. Desde Izquierda Democrática somos solidarios con los venezolanos que están pasando hambre y que en vez de alimentos reciben represión”.
El dirigente político rechazó los actos vandálicos que atentan contra la propiedad y el esfuerzo productivo de ciudadanos. “La protesta es válida en democracia, pero también observamos que los conflictos y tensiones por comida en la puerta de los supermercados los cuales se empezaran a trasladar a los barrios entre los que tienen acceso a la comida y los que no”.
Reveló que el plan del Gobierno al parecer es crear violencia, difundiendo un discurso culpando a la supuesta derecha cuando lo que se hace es impulsar un cambio a través de la vía democrática como lo es el revocatorio. “La intimidación y la represión es una estrategia para obstaculizar los procesos electorales, ya que el Psuv pierde cualquier elección. Ellos acusan a la oposición de promover el terrorismo cuando el Estado es el responsable de ella”, aseguró.
Indicó que esto quedó demostrado públicamente con las agresiones a diputados esta semana en las adyacencias del CNE, y en otros casos como el caso de la toma de la Alcaldía de Irribarren la cual fue auspiciada por colectivos. “Somos solidarios con el diputado Julio Borges y el alcalde Alfredo Ramos, al parecer el viceministerio de la Suprema Felicidad Social está raspado, tendría que atender entre otras cosas los reclamos y necesidades de la población, especialmente la atención, niños, mujeres embarazadas y adultos mayores que son los más vulnerable al hambre y a la falta de medicinas”, sentenció.
Nota de prensa