La canciller alemana, Angela Merkel, se reúne mañana en Berlín con el presidente francés, François Hollande, y el primer ministro italiano, Matteo Renzi, para fijar una postura común con la que afrontar la crisis generada por el “brexit” (salida del Reino Unido de la UE).
EFE
La reunión será la más importante de la primera serie de contactos que ha efectuado el Ejecutivo alemán desde que se conoció la decisión de Reino Unido de abandonar la Unión Europea (UE), una fase que culminará, el martes, con una declaración de Gobierno en la que Merkel fijará públicamente su postura sobre el “brexit”.
Los tres líderes, tras comparecer antes los medios a las 18.30 hora local (16.30 GMT), intercambiarán posturas sobre cómo gestionar el proceso de salida de Reino Unido del bloque comunitario y sobre las medidas necesarias para reforzar y reformar la UE tras el varapalo que supone esta decisión.
Por lo que hasta el momento se ha dejado entrever, Berlín desea que las negociaciones entre Londres y la UE comiencen cuanto antes -frente al deseo británico de que no arranquen hasta octubre- y que se lleven a cabo de manera pragmática y sin revanchismo.
Además, el Gobierno alemán quiere aprovechar para introducir reformas dentro del bloque, que podrían apuntar a una UE más a la carta, en la que no necesariamente todos los países deben sumarse a los procesos de integración en todos los ámbitos.
El periódico “Frankfurter Allgemeine Sonntagszeitung” publica hoy un documento de trabajo supuestamente consensuado entre Alemania y Francia en el que se aboga por avanzar en esta dirección y se habla de una Europa “flexible”.
A la reunión en Cancillería de los líderes de las tres mayores economías de la eurozona precederá un encuentro sin cobertura mediática de Merkel con el presidente del Consejo Europeo, el polaco Donald Tusk.
Desde que se dio a conocer el resultado del referéndum británico el pasado viernes, Berlín no ha perdido un segundo para tomar las riendas de la situación de una forma similar al liderazgo que ya ejerció en los peores momentos de la crisis de la deuda.
El viernes, tras una primera evaluación de daños, la canciller hizo una declaración en la que habló de “punto de inflexión” en la historia europea y pidió “calma y moderación”, y por la noche habló por teléfono con el presidente de Estados Unidos, Barack Obama.
El sábado, su ministro de Exteriores, Frank-Walter Steinmeier, se entrevistó con sus homólogos de los otros países fundadores del proyecto europeo (Francia, Holanda, Italia, Luxemburgo y Bélgica) y, al unísono, exigieron a Londres que inicie “cuanto antes” las negociaciones para abandonar la UE.
Steinmeier tiene hoy además previsto hablar con representantes de los tres países bálticos y reunirse con el ministro de Exteriores eslovaco, Miroslav Lajcák, ya que su país asume la presidencia rotatoria de la UE el 1 de julio.
Mañana el jefe de la diplomacia alemana viajará a Praga para mantener un encuentro con sus homólogos de República Checa, Eslovaquia y Polonia con el “brexit” como único punto de la agenda.