Un magistrado de la Corte Suprema de Brasil revocó hoy la orden de detención dictada contra el exministro Paulo Bernardo Silva, ordenada la semana pasada por un tribunal de primera instancia en el marco de una investigación sobre corrupción.
Silva fue ministro de Planificación en el Gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva y también ocupó la cartera de Comunicaciones durante la gestión de Dilma Rousseff, sustituida desde el pasado 12 de mayo por su entonces vicepresidente Michel Temer por motivo del juicio político al que es sometida.
La semana pasada, fue detenido en el marco de una investigación sobre millonarios fraudes con créditos que la banca estatal ofrece a los empleados y jubilados del sector público, que también salpica a otros dirigentes del Partido de los Trabajadores (PT), fundado por Lula y al que también pertenece Rousseff.
El juez José Antonio Dias Toffoli, uno de los once miembros del Supremo, consideró en la decisión adoptada hoy que la detención de Silva se basó en “fundamentos frágiles” y que fue realizada con un “flagrante constreñimiento ilegal”.
Dias Toffoli indicó que, el tribunal a cargo del caso, no logró demostrar que Silva estuviera obstruyendo la acción de la Justicia, que fue uno de los argumentos que llevaron a su detención.
Sin embargo, autorizó la adopción de otras medidas, entre las que citó la posibilidad de imponerle a Silva el uso de dispositivos electrónicos para que la Justicia pueda conocer su localización en forma permanente.
El exministro está casado con la senadora del PT Gleisi Hoffmann, quien también fue ministra en el Gobierno de Rousseff y es una de las más activas figuras de la defensa en el juicio político al que responde la mandataria suspendida frente a una comisión del Senado.
Tanto Silva como su esposa fueron denunciados en marzo pasado como supuestos beneficiarios de la red de corrupción que operó en la petrolera estatal Petrobras, pero la Justicia todavía no se ha pronunciado sobre ese asunto. EFE