Prefirieron ir al paseo de Los Próceres, ícono de la arquitectura de otra dictadura que tiranizó a Venezuela a mediados del siglo pasado, allí como siempre se escucharon discursos cargados de amenazas y malignidad oportunista. No era para menos, el Poder Legislativo ahora les resulta una gran molestia, un agente insubordinado que requiere el puntapié de la soberbia bota de campaña.
Así se comportan los acostumbrados a hacerse obedecer por intermedio de la gritería, el chantaje y la bajeza. Declaran poseer la ideología suficiente para sus posiciones y claro que la tienen, es la ideología de la muerte. Avalan sus palabras, no con la pluma de los próceres civiles de aquel 5 de julio, sino con el arma de fuego que llevan en sus manos. ¡Qué otra cosa, pueden y saber hacer!Es pedirles demasiado, pretender que escuchen impasibles el discurso civilista de un experimentado orador, que tenía mucho que decirles frente a los ojos de hombres y mujeres que bullen en las colas, creadas por la incapacidad manifiesta del Estado Cuartel que ellos usufructúan.
A los dignos oficiales y tropa de la FAN, denominada así en la letra de la Constitución Nacional, quehoy soportan en silencio el indecoro de sus superiores, vaya nuestro saludo como parte integrante de la nacionalidad que comenzó a trajinar sus primeros pasos en fecha tan memorable, registrada en los anales de la historia parlamentaria venezolana.
Ya vendrán nuevas situaciones en que unidos los ciudadanos de a pie y la FAN, conmemoren, sin el agavillamiento de hoy, nuevas y añejas gestas que enorgullezcan el gentilicio nacional.