Al gobierno no le importa derrotar el hambre o la escasez, su principal objetivo es acabar con la Asamblea Nacional en los próximos meses, independientemente que haya sido electa por el voto popular.
La prioridad del primer mandatario nacional es salvar sus intereses y el de su grupete de enchufados pasando por encima de las necesidades de los venezolanos. Nos encontramos ante un régimen de delincuentes, corruptos y narcotraficantes que se burlan de la pobreza y la necesidad de familias enteras.
Cada día son más los episodios donde la turba enardecida y con el estómago vacío asalta a los transporte de alimentos producto del desabastecimiento. Ante esta grave crisis económica, política y social, Nicolás Maduro y su gobierno necesitan con urgencia evitar a toda costa que se realice el Referendo Revocatorio, por ese mismo temor de quedar al descubierto ante la mirada internacional, por la mala gestión que este ha llevado adelante dirigiendo al país a un foso sin fondo, aunque la canciller Delcy Rodríguez trate de ocultar la verdad de los venezolanos ante el mundo.
Lo que está demostrado es que cada vez se acerca más el fin de un gobierno que solo ha traído tragedia, dolor, pobreza, muerte, deudas, hambre. Hay cosas que son inevitables, y aunque los oficialistas se sigan negando a la posibilidad de salir de manera decente del poder, ese mismo pueblo que lo llevó a ganar unas elecciones hace tres años, será el mismo que lo saque por la puerta de atrás.
Estamos ante una especie de coctel explosivo, todos los días en las calles se siente la presión y el ruido de las tripas; ante eso no hay seguridad pública que los detenga. Este gobierno sabe en el fondo, que en su mayoría, las protestas por falta de alimentos son producto de sus promesas incumplidas, de la discriminación política, de la burla y corrupción que existe en torno a los Clap.
Nos encontramos ante la mirada indolente de unos gobernantes irresponsables que pese al dolor, la violencia, tragedia y sufrimiento de todo un país, siguen con sus ínfulas de mando, aprovechándose de los poderes secuestrados que aprueban todas sus aberraciones, vendiendo sus conciencias y entregando el futuro del país.
A esos poderes, desde Unidad Visión Venezuela, le pedimos que sean honestos, que abran los ojos y no le sigan echando leña al fuego. A todo ese grupo de magistrados, fiscales, rectoras, generales, en fin, a todos los
enchufados, que se hagan a un lado o por lo menos dejen de bloquear la salida pacífica, constitucional y democrática a este de desastre. Este gobierno tiene a Venezuela como a una indigente bajo un socialismo del siglo XXI basado en aplaudir, adular, mantenerse callado, no protestar, hacer cola, comprar una vez a la semana lo que consiga.
Es indigno calarnos un gobierno incapaz e ineficiente, que aunque nuestro pueblo se esté muriendo por falta de medicamentos o de alimentos, no permite que los ciudadanos ejerzan su derecho a revocarlo.
Por estas razones y más, seguiremos al frente de la lucha por regresar los valores a nuestra Patria, para devolverle la honestidad, los principios y la dignidad a los venezolanos que confían y aman esta tierra hermosa. Tengamos la fe y la convicción de que se acerca el fin de la catástrofe madurista-cabellista.