“El intento de golpe en Turquía es preocupante. Un Gobierno elegido no puede ser derrumbado. Ni por la violencia ni por artimañas jurídicas”, afirmó Rousseff en un mensaje que publicó en las redes sociales.
De acuerdo con la mandataria suspendida, el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, fue elegido democráticamente por el pueblo turco, así como ella lo fue por el brasileño.
“El proceso de juicio político destituyente en Brasil tiene que ser repudiado. Democracia es preservar la voluntad popular”, agregó Rousseff en su cuenta en Twitter.
El primer ministro turco, Benali Yildirim, afirmó hoy que el Gobierno ha recuperado el control del país después del fallido intento de golpe militar que se ha saldado con 161 muertos y 2.839 militares detenidos.
El Gobierno del presidente interino de Brasil divulgó el viernes un comunicado en el que instó a todas las partes a abstenerse de usar la violencia y defendió el “pleno respeto a las instituciones y al orden constitucional”.
Rousseff fue apartada de la Presidencia de Brasil el pasado 12 de mayo por decisión del Senado, que la somete a un juicio político con fines de destitución, que podría concluir en agosto y en el que se la acusa de una serie de maniobras contables para maquillar las cuentas públicas en los últimos años.
El proceso está actualmente en manos de una comisión de senadores, que debe presentar el 2 de agosto próximo un informe en el que recomendará la destitución de la mandataria o que la causa sea archivada.
Según el cronograma establecido, el pleno del Senado se pronunciará sobre dicho informe en primera votación el 9 de agosto, cuando decidirá por mayoría simple, y en una segunda votación en fecha aún no establecida y en la que Rousseff puede ser destituida en caso de que 54 de los 81 senadores la consideren culpable.
De llegarse a ese extremo, Temer concluirá el mandato que vence el 1 de enero de 2019, pero si Rousseff es absuelta, recuperará el poder una vez que se publique la sentencia. EFE